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El juez salteño Edgardo Laurenci es noticia | Benefició con salidas transitorias a un sicario que terminó fugándose

Lino Moreno asesinó en 2006 a Liliana Ledesma. El 18 de junio salió del penal para visitar a su tío y no regresó. El juez que ahora juzga a los supuestos instigadores del crimen de Ledesma tardó 52 días para dictar la orden de captura del prófugo.

Lino Ademar Moreno cumplía una condena a prisión perpetua en la Unidad Penal N°8, de Orán. Fue el asesino material de la productora local que se había animado a denunciar a los traficantes en Salvador Mazza.

“Moreno debería estar encerrado en esa cárcel, pero hoy está prófugo. Se escapó en junio pasado durante una salida transitoria que gozaba tras una polémica decisión del juez del Tribunal de Juicio de Orán Edgardo Laurenci, que debía controlar que el sicario cumpliera la pena” recodó a sus lectores el diario LA NACIÓN que ayer publicó un extenso informe sobre el caso que en Salta ya se conoce.

Ese mismo informe recuerda que el magistrado que posibilitó con sus decisiones la fuga, hoy forma parte del tribunal que enjuicia a los hermanos Delfín Reynaldo y Raúl Amando Castedo, quienes son considerados los ideólogos del asesinato de la productora rural que los había denunciado por traficar cocaína a través de sus establecimientos rurales.

El procurador general de Salta, Pedro García Castiella, pidió el juicio político de Laurenci para destituirlo. Lo acusa de haber otorgado las salidas transitorias a pesar de las amenazas que existían del sicario a familiares de Liliana Ledesma y desatender los antecedentes de Moreno que ya se había escapado de la ley en dos oportunidades: “el 9 de marzo de 2001 y el 30 de agosto de 2006, 22 días antes de matar a Ledesma, cuando también estaba prófugo” destaca la nota firmada por Gustavo Carabajal quien añadió que había informes negativos elaborados por psicólogos y asistentes sociales del Servicio Penitenciario de Salta.

Nada de eso alcanzo. Moreno recibió permiso para salir de la cárcel un domingo por mes durante doce horas desde el 25 de 25 de abril de este año. En cada uno de esos permisos, Moreno estaba autorizado en concurrir a la casa de su tío Reynaldo Ruiz –constituido como tutor – y no podía abandonar la vivienda excepto para regresar al penal. “Sin embargo, el 18 de junio pasado, Ruiz alertó que su sobrino salió de su casa y no regresó. Llevó el bolso con las cosas de Lino a la cárcel, lo entregó y se fue. Según denunció el Procurador General de Salta, Pedro García Castiella, el magistrado demoró 53 días en solicitar el pedido de captura contra el sicario Moreno” destaca el informe periodístico.

En medio del juicio, la fiscal Claudia Carreras denunció al tribunal por parcialidad. “Señaló que le limitaron la posibilidad de indagar convenientemente a los acusados sobre el hecho, sus circunstancias y contexto, y afirmó que se le había rechazado arbitrariamente la posibilidad de incorporar a la causa copias digitalizadas de los casetes con escuchas que comprometían al clan narco. La querella consideró que todas estas limitaciones eran, en los hechos, un adelanto de opinión. La defensa se opuso a la recusación, el tribunal la rechazó y ordenó que el juicio siga con esas pautas”.

Al exponer los argumentos para pedir el juicio político de Laurenci, el jefe de los fiscales de Salta recordó que el 29 de octubre de 2021 el sicario Moreno solicitó que se lo beneficie con las salidas transitorias, al haber cumplido 15 años de prisión. En esa oportunidad, el juez Laurenci, luego de revisar los informes psicológicos y las conclusiones de los estudios realizados por el Gabinete Interdisciplinario del penal de Orán, decidió no conceder el beneficio (…) Sin embargo, el 11 de octubre de 2022, y sin que en el legajo penitenciario y en el expediente de Moreno se hubiera consignado algo distinto que justificara su cambio de parecer, ante un nuevo pedido del sicario, Laurenci decidió beneficiarlo con las salidas transitorias.

Con respecto a la demora en dictar el pedido de captura, la nota publicada por el diario LA NACIÓN remarca que el pedido ingresó en el tribunal el día 9 de agosto, a las 8. “Habían pasado 52 días desde la última vez que el sicario había sido visto cuando abandonó la cárcel de Orán para ir a lo de su tío. En esos 52 días no existió la manda de captura del sicario acusado de matar por cuenta y orden de los hermanos Raúl y Delfín Castedo”.

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