Así lo revelaron datos oficiales difundidos hoy para el segundo semestre del 2018: la pobreza trepó al 32% lo que supuso que en un año la cantidad de pobres creciera 6,3% porcentuales. La indigencia se ubicó en 6,7%.
Ese porcentaje de indigencia supuso 1,9 puntos por encima de igual semestre del año pasado. «Durante el segundo semestre de 2018 se encuentran por debajo de la línea de pobreza 2.142.945 hogares, los cuales incluyen 8.926.592 personas. En ese conjunto, 442.859 hogares se encuentran, a su vez, bajo la línea de indigencia, e incluyen a 1.865.867 personas», comunicó el Indec.
A la pérdida de poder adquisitivo provocada por la inflación, que el año pasado fue de 47,6%, se suma la pérdida de unos 200 mil empleos registrados en el sector formal. No sorprendió que el presidente Macri no realizara el anuncio que quedo en manos de por la ministra de Desarrollo Social Carolina Stanley quien la semana pasada ya fue acondicionando el terreno cuando declaró: «Con el impacto de la inflación y medidas económicas, puede ser que el índice de pobreza dé peor».
El pronóstico fue acertado y el impacto de la inflación hizo crecer la pobreza y la indigencia en los hogares, muchos de los cuales cuentan cada con vez menos red de contención para afrontar el vendaval macrista. «Hoy es un día triste», aseguró Stanley, quien junto con el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, estuvieron a cargo del anuncio, evitándoles esa responsabilidad al Presidente.
El 32% de personas pobres se traduce en un 23,4 por ciento de los hogares en esa condición, con un aumento de 5,5 puntos con respecto de un año antes. Los hogares indigentes representaron un 4,8 por ciento del total, con un aumento de 1,3 puntos. Medido en personas, la mayor pobreza se registró en el Noreste, con el 40,4 por ciento, seguida por el Noroeste (34,5 por ciento), región Pampeana (32,1 por ciento), Cuyo (31,5 por ciento), el Gran Buenos Aires (31,3 por ciento) y Patagonia (29,4 por ciento), según el informe del Indec.
Las cifras coinciden con la medición de pobreza realizada días atrás por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), que, en un análisis que considera una evaluación multidimensional que comparar ingresos versus canastas de alimentos y servicios, registró un 31,3 por ciento de pobreza para el cierre de 2018.
