Como en la crisis del 2000 y 2001, los vendedores provenientes del vecino país logran ofrecer sus productos en las localidades del norte salteño a mejores precios que los producidos en Argentina.
Pero a partir de la feroz depreciación de la moneda argentina que en un solo día se devaluó un 118 por ciento, las cosas comenzaron a cambiar. Ya no son los bolivianos quienes vienen al país para adquirir mercancías que luego revenden en sus localidades sino comerciantes salteños que adquieren la producción del vecino país para ofrecerlas en sus góndolas, tal como sucediera en los peores momentos de la crisis del año 2000 y 2001.
“Ni qué decir de los vecinos de las localidades más cercanas a la frontera como Aguaray o Salvador Mazza quienes no necesitan del vendedor, sino que son ellos mismos los que cruzan a San José de Pocitos o Yacuiba y vuelven con los fardos de mercaderías” destacó un informe publicado por el diario El Tribuno.
Raúl, un vecino de Salvador Mazza comentó: «Mi señora cruzó a Pocitos boliviano y compró la bolsa de 5 kilos de azúcar a $3.500 pesos argentinos, es decir casi a la mitad de la que se consigue en los negocios de acá. Quizás no sea la misma calidad del azúcar de primera línea que comprábamos antes, pero ahora interesa el precio más que la calidad. Mi esposa vino cargada porque se trajo un montón de frutas y verduras a mitad de precio y me dijo que el fideo y el arroz están muchos más baratos, pero ya se había quedado sin plata».
Los vendedores bolivianos llegan a Tartagal trayendo la mercadería pero siempre en fardos de 10 kilos como es el caso del arroz y los fideos. «Estamos trayendo a pedido porque los fardos de arroz son pesados y no podemos traer más que 3 o 4; se lo podemos dejar a $9.000 y es buena calidad» ofreció una simpática «cholita» en varias viviendas y negocios en Tartagal.
Como están mucho más modernizados que hace 20 años, la vendedora pasó las fotos de los diferentes paquetes donde se ven las marcas y el producto ofrecido. Claro que ese precio de $ 9.000 el fardo es puesto en Tartagal, ya que comprando en Pocitos boliviano o en Yacuiba se los consigue a $ 7.000, la mitad del precio de cualquier supermercado de Tartagal.
“Seguramente con el paso de los días las viviendas y muchos comercios chicos se llenarán de productos ingresados desde Bolivia, algunos a mitad de precio y otros que se irán incorporando de forma paulatina como los que todavía no aparecen en las espaldas de los bagayeros como el aceite o la leche en polvo, pero lo más probable es que no demoren mucho en llegar” destaca el informe citado.