El salteño recaló en Tucumán para iniciar el armado de una estructura política con vistas a las presidenciales del 2019. Bernardo García Hamilton – político y miembro de una tradicional familia tucumana – dijo que se sumará al equipo amarillo.
«Voy a ser candidato a Presidente y estamos buscando vecinos, ciudadanos no políticos, católicos, cristianos evangélicos o con valores que tengan ese camino, que estén en contra del aborto y de la ideologia de género, que estén a favor de la vida», reseñó el diputado por Salta al diario LA GACETA de esa provincia.
En su visita a nuestra provincia, el precandidato se reunió con Bernardo García Hamilton, un político tucumano que ostenta uno de los apellidos más tradicionales y poderosos de esa provincia, que entre otras cosas fue el fundador del diario La Gaceta. De hecho, el propio García Hamilton comentó a ese diario que aceptó integrarse a las filas de Olmedo y no descartó su posible candidatura a gobernador de Tucumán por la fuerza política que promueve el salteño. «La idea es retornar a los valores humanos y cristianos que se perdieron», destacó el tucumano. Conviene recordar que a mediados de junio, García Hamilton había formulado severas críticas contra el ex mandatario José Alperovich. Horas después, a pedido del gobernador Juan Manzur, García Hamilton tuvo que renunciar a la Secretaría de Relaciones Institucionales del Poder Ejecutivo.
Además del contacto con García Hamilton, Olmedo también mantuvo conversaciones con el ex dirigente bussista Roberto Lix Klett y con el pastor Miguel Siufi, entre otros. Olmedo hizo hincapié en que impulsará el retorno del servicio militar obligatorio para jóvenes que no estudien ni trabajen. «Vamos a devolverles la autoridad a la Policía y a las fuerzas de seguridad para que abatan al delincuente, lo que no significa matar, pero si alguien no quiere ser abatido, que no delinca», remarcó.
También reivindicó el accionar de las Fuerzas Armadas durante la última dictadura y el Operativo Independencia. Además, recalcó que «tiene que cambiar la política nacional con las provincias, no sólo en cuanto a las economías regionales, sino en el respeto a las sociedades del interior y a sus valores».