El gobierno califica de inexplicable el anuncio en medio de la crisis sanitaria y con sueldos y aguinaldos al día. Aseguran que los controles implementados amenazan privilegios de cientos de delegados gremiales que cobran sin trabajar.
Ayer hubo un corte de calles en la puerta del Centro Cívico Municipal. Lo protagonizaron sindicalistas que integran el frente gremial que pretendía anticipar a los trabajadores municipales la modalidad del paro que decretaron para la próxima semana. Para el CCM, la motivación de fondo hay que buscarla en los mezquinos intereses gremiales que buscan frenar los controles implementados por la gestión. De allí que en privado expliciten lo que callan en público: los métodos que se emplean para agitar la huelga son propios de sindicalistas profesionales que están lejos de interpretar los intereses de los trabajadores.
Cuando hacen alusión a los “métodos” se refieren a dos cosas: atribuir ideas privatizadoras a la gestión mientras esta lo niega y maniobras como las que viene ocurriendo e incluyen el corte del funcionamiento de los semáforos en la ciudad. Todo – dicen – en medio de una delicada situación económica que no impidió al gobierno de la ciudad tener los sueldos al día y adelantar el pago del medio aguinaldo; aunque reconocen que precisan actualizar aumentos salariales en los próximos meses. No obstante, varios funcionarios interpretan que lo irritante para las desprestigiadas conducciones sindicales son los controles que ejerce la gestión al cumplimiento de las normas de trabajo: desde identificar y denunciar hechos que puedan estar relacionados con la corrupción; fortalecer los controles para el cumplimiento de los horarios de trabajo; y revisión de los regímenes de licencia.
Según los funcionarios los dos primeros puntos generar un malestar pasajero en trabajadores y trabajadoras que desean jerarquizar su propio rol; aunque no ocurre lo mismo con el tercero de los puntos que atenta directamente contra privilegios sindicales que desde hace años cuentan con cientos de delegados que perciben sus haberes sin prestar servicios. Lo hacen amparados en la tutela sindical garantizada por las leyes, aunque en el municipio el beneficio se desbordó hace tiempo.
Tal desborde violenta la Ley de Asociaciones Sindicales y el Convenio Colectivo de Trabajo Municipal. Documentos que garantizan el derecho de los trabajadores con roles sindicales a conservar el empleo mientras ocupan cargos de representación gremial, pero reduciendo el número a cinco agentes por cada una de los nuevos sindicatos con personería gremial. Ello supondría un total de 45 licencias, aunque hasta hace un año las licencias de ese tipo llegaban a las 160.
La más favorecida por lejos era la Asociación de Empleados Municipales de Salta (ADEMUS); le seguía el Sindicato de Trabajadores Municipales (S.T.M); el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (SOEM); el Sindicato de Personal Jerárquico y Profesionales (S.P.J.P); la Unión de Trabajadores Municipales de Salta (U.T.M.); la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), el Sindicato Municipal de Salta (S.M.S.); y la Asociación de Trabajadores Municipales (A.T.M.). Sólo la Asociación de Obreros y Empleados Municipales Agremiados tenía el cupo permitido por las normas.
“Esos delegados son los que siempre se movilizan, aunque nunca están todos porque también hay diferencias entre ellos para ver quien tiene más ñoquis bajo el paraguas de la tutela sindical” dicen trabajadores que sí reclaman actualización de salarios y mayor dialogo de parte de los funcionarios municipales, aunque se indignan al ver cómo los sindicalistas cobran muchos de los items que ellos no siempre perciben por faltas que consideran leves.
