viernes 26 de abril de 2024
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El consumo argentino per cápita de pan se redujo un 17 por ciento durante la época macrista

Pasamos de consumir alrededor de 90 kilos por persona en 2015 a menos de 75 kilos en 2019. Las cifras pertenecen a la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines.

Uno de los motivos para el decrecimiento del consumo está en el incremento del precio. Y la suba en el pan tiene su origen en el aumento de los costos de producción. Antes de que asumiera el actual gobierno nacional, en promedio cada argentino/a consumía 90 kilos de pan al año. Hoy con suerte llega a los 75.

Según comentó Jorge Vitantonio, tesorero de FAIPA, a BAE Negocios, “el 50% del subsidio del gas que le daban a algunas panaderías, no lo dan más”. Ello repercutió sin duda en el bolsillo de los productores. A eso hay que sumarle el incremento en la harina, que en el último año pasó de costar $230 la bolsa a cerca de $900.

La incidencia que tienen los impuestos y servicios en el precio final del pan, es del 35%. Y según señaló Vitantonio: “Nunca pasó que costara más quemar los hornos con gas, que con leña o combustible líquido”.

En 2018 se calcula que cerraron cerca de mil panaderías. 2019 arrancó con la declaración de la emergencia nacional por parte de la Federación Argentina de Industrias de Pan. Llegar a costear siquiera los servicios básicos, se hizo tarea imposible.

¿Y qué hizo el gobierno?  

Consultado por las medidas a favor del sector que tomó el actual gobierno nacional, la respuesta fue rotundamente negativa. “Mediante la ENAC (Asociación de Empresarios Nacionales), se pidieron medidas urgentes como la aprobación de la ley Pyme, dormida en el Congreso. Hemos pedido al Gobierno una señal política clara para las pymes, y por ende al sector, ya que aumenta en forma considerable la clandestinidad”, indicó Vitantonio y luego amplió: “la clandestinidad no es una avivada o un acto de maldad; es una decisión de supervivencia que hay que solucionar”.

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