El 8 de marzo de 2018, en la Casa de la Cultura, Teresa «Kuky» Leonardi de Herrán eligió recitar el poema dedicado a la profesora de la UNSa, una militante revolucionaria asesinada junto a otros compañeros aquel negro día.
La poeta Teresa «Kuky» Leonardi había sido invitada aquella noche a la Casa de la Cultura al evento que cada Día de la Mujer, organizaba la coplera Mariana Carrizo para resaltar el rol social de los cantores y artistas populares. Casi un año después –26 de marzo del 2019– la «Kuky» dejaba este mundo tras una vida de compromiso con los Derechos Humanos.
Georgina junto a otros presos políticos encarcelados en el penal de Villa Las Rosas –Celia Raquel Leonard de Ávila, Evangelina Botta de Nicolai, María Amaru Luque de Usinger, María del Carmen Alonso de Fernández, Georgina Graciela Droz, Benjamín Leonardo Ávila, José Ricardo Povolo, Roberto Luis Oglietti, Rodolfo Pedro Ussinger, y Alberto Simón Zavarnsky– fueron objeto de un supuesto traslado de penal ordenado desde Córdoba por Luciano Benjamín Menéndez y ejecutado en Salta por quien estaba a cargo de la guarnición local: Carlos Alberto Mulhall.
Al llegar al paraje Palomitas los reclusos fueron obligados a descender del camión en que viajaban y tras ser alineados sobre el alambrado rural de una finca fueron ejecutados. Para justificar el acto homicida los asesinos fraguaron una mentira estrafalaria: comandos guerrilleros intentaron rescatar a los reclusos generándose una balacera en donde las víctimas fueron sólo los presos mientras los militares salieron todos ilesos. Los cuerpos de Georgina y Evangelina Botta de Nicolai nunca aparecieron porque fueron dinamitados por haber sido altos cuadros políticos de las organizaciones de entonces.