Aseguran que menos del 40 por ciento de las trabajadoras está en blanco.
Las empleadas domésticas de Salta son algunas de las trabajadoras afectadas históricamente por las irregularidades laborales del país, algo que en estos meses de pandemia se ha profundizado. Para colmo, el gobierno de la provincia no ayuda ya que las restricciones no las contemplan demasiado.
Ana Díaz, referente de las empleadas domésticas, informó que menos del 40 por ciento de las 1700 trabajadoras salteñas del sector está registrada. Aseguró que el manejo de la pandemia provocó algunas medidas que las perjudicaron aún más.
«Hacemos un trabajo independiente, no tenemos un representante sindical, necesitamos que la Secretaría de Trabajo nos acompañe», dijo Díaz, que agregó que «toda esta situación de pandemia aumentó el trabajo en negro porque muchos empleadores se vieron imposibilitados de poder seguir manteniendo las mismas horas de trabajo y algunos ahora ya no tienen empleadas fijas y trabajan por hora».
En una entrevista en Cadena Máxima, Díaz dijo que las frecuencias de los colectivos tampoco son aptas para ellas. «No sirve de nada tener muchos colectivos entre las 9, 10, 11 de la mañana. Todos los trabajadores entran antes de las 8. Es por eso que mandamos una nota el 22 de mayo pidiendo aumentar frecuencias. Ahora se intensifica por el frío y se aumenta el riesgo de contagio. Estamos a expensas de los ladrones, se corre riesgo al estar esperando mucho tiempo, varias de nuestras compañeras han sido asaltadas por el corredor del 5B», dijo.
Se le recordó que según el presidente de SAETA las empleadas de casas particulares no estaban autorizadas para trabajar a la mañana sino de 14 a 20 horas. Díaz contestó que el COE habilitó que puedan trabajar en horario normal pero, aclaró, nunca recibieron un protocolo de higiene y emergencia.