jueves 16 de mayo de 2024
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Octorina Zamora | La salteña wichí con un lugar en “Rebeldía, un Atlas de mujeres y resistencias”

El trabajo reconstruye trayectorias de mujeres latinoamericanas a partir de videos en los que un investigador/a cuenta por qué eligió esa figura y delinea su historia.

El proyecto creado desde el Departamento de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Avellaneda será presentado el lunes 12 de abril a las 18 horas y según resaltó el diario Tiempo Argentino, “busca contribuir a la visibilización de diferentes procesos de resistencia protagonizados por mujeres”.

Las reseñas de los videos fueron realizadas por Mabel Alicia Campagnoli, Eugenia Morey, Mariel Rosciano, Mariela Solana, Natalia Taccetta, Daniela Losiggio, Magalí Haber, Graciela Tejero Coni, Sandra Chagas Techera, Mabel Bellucci y Karin Grammático; y en esta primera etapa se incluyó, entre otras mujeres, a Iris Pavón, Domitilla Barrios, Dandara Dos Palmares, Gabriela Laperrière, Juana Paula Manso, Eloísa Díaz Insunza, Octorina Zamora, Raquel Liberman, Julieta Lanteri, María Luisa Bemberg, Cecilia Grierson, Clarice Lispector y Lygia Clark.

La salteña mencionada entre las mujeres seleccionadas en Octorina Zamora, una referente de las comunidades wichís salteñas. Resaltar su curriculum militante sería reiteratuvo, con lo cual optamos por dejar que ella misma hable de sí misma para esta reseña. Usamos para ello una entrevista que nuestro colega Federico Anzardi le realizara en noviembre del año 2017 cuando Octorina encabezo un acampe en el Congreso de la Nación exigiendo al gobierno de Macri que promulgue la prórroga de la ley 26160 que suspendía los desalojos campesinos.

“Creo que todo es fruto de la lucha. Yo milito desde los trece años y eso me ha llevado, con la base de la educación de mis padres, la conciencia de mi familia, la educación. Yo vengo de una familia de shamanes, que siempre ha vivido perseguida por la iglesia anglicana, que nunca aceptó a la familia de los sabios wichí, a la familia de los shamanes, porque decía que éramos familia de brujos, entonces no se podían hacer las prácticas, no se podía darse a conocer porque si no nos echaban de la comunidad, en aquellos tiempos, cuando había mucha persecuciones, mucho racismo. Que te echen de tu comunidad era muy terrible. Entonces, como ha podido, mi familia ha resguardado esa religiosidad, esa parte tan valiosa, que hoy la llevo con mucho orgullo. Y hoy podemos hacer una prédica más libre de lo que somos. Ser religiosa wichí es justamente ser guardiana de tu pueblo, de tu territorio, de tu espíritu. Entonces las cosas que se hacen están complementadas”.

“Desde mi pequeño lugar pude dar a mi pueblo los primeros médicos. No solamente para el pueblo wichí, también para los pueblos empobrecidos. Eso fue a partir del 2004, cuando le escribí al Comandante Fidel Castro pidiéndole una beca para mi hija. Estaba pidiendo becas al IPPIS, a otros organismos nacionales y nadie me daba una respuesta. Tenía conocimiento que Cuba estaba dando becas latinoamericanas entonces me tomé el atrevimiento de escribirle. Cuando recibo la contestación desde la embajada, que el Comandante había autorizado, me puse muy feliz. Entonces mandé a mi hija. Cuando ella vuelve en las primeras vacaciones, me habló que era muy hermoso poder seguir gestionando becas para otros, así que empecé esa relación con Cuba solicitándole las becas para los demás hermanos que querían formarse. Mi hija se recibió en el 2010, la primera médica wichí en 200 años de República y sin un peso del Estado. En el 2014, a cien años de la injerencia de la iglesia anglicana en Misión Chaqueña, se recibe la otra wichí. La iglesia anglicana jamás preparó un solo maestro, ni siquiera un enfermero, entonces el Estado cubano nos entrega a nuestros hijos formados. Ahora tenemos otro médico que está haciendo la especialidad en Salta. Tenemos médicos criollos empobrecidos en los parajes de Hickman, de Palo Blanco, de Lozano. No tuve oportunidad de estudiar una carrera pero sí considero que es muy importante tener una profesión, un título. Sobre todo en estos momentos en los que hay que hablar de igual a igual con el Estado, para que te entiendan. Entonces yo como wichí trato de tener profesionales formados y con conciencia”.

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