Dos ediles presentaron su dimisión en las últimas horas, dejando vacantes sus bancas en el cuerpo deliberativo del municipio salteño. Alejandra Barrionuevo y Francisco Salcedo adujeron motivos laborales y familiares para dar un paso al costado.
Barrionuevo contó a un medio local que su trabajo en el Hospital Castellanos, que paga mejor que la concejalía, es incompatible con continuar en el cargo edilicio. A esto se suma que su hijo con autismo requiere costosas terapias que no podría solventar con la dieta de concejal.
Por su parte, Salcedo manifestó que prefirió continuar en su trabajo privado en Aguas del Norte antes que cobrar el «salario muy bajo» que perciben los ediles güemenses. De acuerdo a la lista que encabezó Juan Pablo Robles en los comicios de 2021, ahora deberían asumir Valeria Cardozo y Gerardo Nieva.
Sin embargo, éstas no serían las únicas bajas en el cuerpo deliberativo municipal. Según trascendió, en Campo Santo también se habría registrado una renuncia por motivos laborales: la del edil Alberto Rallé, quien prefirió quedarse con su nuevo cargo en el hospital antes que con su banca.
La crisis económica, los bajos salarios en la función pública y la imposibilidad de compatibilizar otros trabajos parece estar detrás de estas numerosas renuncias entre los ediles salteños. Por ahora se espera la asunción de los reemplazantes para garantizar el funcionamiento de las instituciones.
