Ocurrió luego de que en Santa Fe se diera el primer caso de coronavirus en indígenas en una mujer qom proveniente de Chaco. En el comunicado denunciaron que, como con otras situaciones de salud y derechos, se los atiende de manera diferencial.
El caso de la mujer se lo detectó en la comunidad qom del barrio Las Lomas y Santo Domingo y ante la “asistencia diferencial” que provocó, la Red de Instituciones y Vecinxs – espacio intercultural del lugar – emitió un comunicado denunciando que las autoridades sanitarias demoraron cinco días entre el alerta de síntomas y la confirmación/internación de la afectada.
El hecho podría haberse repetido en cualquiera de las provincias argentinas que cuenta con pueblos originarios. Por eso mismo en todas esas provincias referentes comunales advierten sobre la falta de alimentos y agua, escasez de leña, imposibilidad de trasladar insumos básicos, discriminación y hasta un adolescente baleado por la espalda. Lo último ocurrió en la comunidad qom Campo Medina, ubicada en Pampa del Indio, provincia del Chaco. Allí trabajan la tierra, cosechan algodón y hacen changas fuera de la comunidad, pero se cortaron por completo con la pandemia. El 1 de abril, Edgardo Peñaloza, de 17 años, fue al monte a “mariscar”, recolectar frutos y cazar en la estancia Don Panos (96.000 hectáreas) del millonario Eduardo Eurnekian. Cuando estaba monte adentro, fue emboscado por guardias privados y efectivos de la policía chaqueña. Lo balearon por la espalda. Estuvo al borde de la muerte. Su delito: buscar alimentos en el monte.
Son algunas de los impactos del coronavirus en los pueblos indígenas de Argentina. Naciones Unidas tomo nota de la situación y llamó a que los Estados tengan políticas especiales de cuidado y protección para con las comunidades originarias. En el marco de Naciones Unidas (ONU) funciona el “Mecanismo de Expertos sobre Derechos de los Pueblos indígenas (Mepdi)”, que brinda asesoría especial al Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Alertó que el Covid-19 afectará a los pueblos indígenas “de manera desproporcionada” porque “ha exacerbado y seguirá exacerbando una situación ya crítica para muchos pueblos indígenas, una situación en la que ya abundan las desigualdades y la discriminación”.
El organismo de Naciones Unidas recordó que, antes de la crisis, los pueblos indígenas ya carecían de acceso básico a la salud, al agua potable, a una dieta suficiente y equilibrada, y a saneamiento básico. “Muchos pueblos indígenas son invisibles en nuestras sociedades”, lamentó el Mepdi e instó a los Estados a que “se comprometan firmemente a evitar la expulsión de los pueblos indígenas de sus tierras”.
