domingo 28 de abril de 2024
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Las otras víctimas del femicidio | Entre 2008 y 2017 fueron 3378 los niños que quedaron sin madres

Los denominan las víctimas colaterales de ese flagelo. En lo que va del año, lo sufrieron al menos 40 chicos. La asociación civil La Casa del Encuentro contabilizó que más de 3000 mujeres fueron asesinadas en la última década.

“Fueron 3378 entre 2008 y 2017. Fueron más de 300 en 2018. Son al menos 40 en lo que va de 2019. En todo ese lapso el promedio es de un caso cada 26 horas. Son los hijos e hijas que se quedaron sin madre porque las asesinaron -la mayoría de los veces- sus propios padres”, enfatiza un extenso informe publicado por el diario Clarín a partir de los datos del La Casa del Encuentro que contabilizó que más de 3000 mujeres fueron asesinadas en la última década, aunque el Observatorio de las Violencia de Género «Ahora que sí nos ven», de Marea Feminista Popular y Disidente, dan más cifras. Dicen que en lo que va de 2019 hubo 54 Femicidios: 51 de mujeres y 3 vinculados de hombres y niños. Y que al menos 42 hijos e hijas quedaron huérfanos

Los relevamientos se hacen en base a noticias que salen en los medios de comunicación, por eso varían un poco. Las cifras oficiales tardan en llegar. La Casa del Encuentro también marca que siete de cada diez de estos hijos e hijas son menores de edad. Otros ya son adultos.

Entre las historias de vida con que el medio mencionado graficó el horror, se trató el caso de Adriana Marisel Zambrano que hoy se utiliza para identificar el Observatorio de Femicidios de La Casa del Encuentro. Adriana tenía 28 años el 13 de julio de 2008, cuando José Manuel Alejandro Zerda la mató a golpes en su casa de Palpalá, Jujuy. En el juicio lo condenaron por “homicidio preterintencional” y fue sentenciado a cinco años de prisión. Adriana era su ex pareja y la madre de su hija, que tenía nueve meses. Adriana tenía otra hija, de 12 años.

Las dos chicas fueron criadas por sus tías y su abuela materna. Pero la madre de Zerda pedía verla y un juez la autorizó. La mujer la llevaba a la cárcel a ver a su padre. Luego Zerda consiguió salidas transitorias y fue liberado. Exigió tenerla. «Ella empezó con vómitos y diarreas, volvía callada, no nos contaba nada. Un día, cuando tenía 7 años, el padre le contó que había matado a su mamá porque se había portado mal», declaró al diario Clarín Mercedes, hermana de Adriana.

Zerda vivía con otra mujer y otro hijo, de la misma edad que la nena. Es que siempre había tenido una vida paralela, dos mujeres, dos hijos, por eso lo había dejado Adriana. Los dos chiquitos eran testigos de la violencia de Zerda con esta otra mujer. Ellos se metían debajo de la cama para no ver los golpes, para atenuar los gritos. Un día, ya tenía 9 años, la nena dijo basta, no quería ver más al padre.

«Hicimos denuncias. Le hicieron pericias psicológicas a este tipo y salieron tan mal que el juez dijo que no lo viera más», cuenta Mercedes. Esa mujer también lo dejó, se fue con su hijo muy lejos. Zerda está prófugo, lo denuncia una tercera mujer. La dejó con las manos fracturadas. La nena ahora tiene 12 años. «Está bien. Antes vivía enferma, con fiebre, gastroenteritis, se agarraba de todo… Estamos con el corazón en la boca de sólo saber que está prófugo», dice Mercedes. La nena se metió en Internet. Leyó su historia, leyó todo lo que encontró. Quiere cambiarse el apellido.

“Siete de cada diez femicidios son cometidos por las parejas o los ex. Las matan en sus casas, muchas veces delante de los hijos. Los chicos quedan huérfanos, con sus madres enterradas y sus padres presos, prófugos o suicidados” enfatiza el informe que lleva la rúbrica de la periodista Mariana Iglesias.

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