En junio del año 2016 hacían falta menos de 14 billetes de $ 500 para pagar un salario mínimo en el país. Hoy, se requieren 25. Desde que salió, el billete de $ 500 perdió más de la mitad de su valor.
El billete de $ 500, verde como el de $ 5, empezó a distribuirse el 30 de junio de 2016, seis meses después de que asumiera Mauricio Macri en la presidencia. «La incorporación de la denominación de $ 500 permite que el billete de mayor valor de la economía argentina (todavía no había salido el de $ 1.000) aumente tanto su poder adquisitivo como su valor relativo medido en divisas. Además, este billete facilitará un abastecimiento adecuado de los cajeros automáticos y la reducción de los costos (de 5 a 1) y tiempos de distribución en el traslado de efectivo. También agilizará múltiples operaciones cotidianas, mejorando la calidad de vida de los argentinos», decía en ese entonces el Banco Central.
“Cuando empezó a circular, en junio de 2016, se podían comprar 33 dólares, 31 litros de leche, 8 kilos de asado, 15 kilos de pan o 39 litros de nafta”, recordó en su edición de hoy el diario Clarín que también enfatizó que con “esos $ 500, los argentinos podían comprar casi 33 dólares. Ahora alcanza para un poco menos de US$ 11 (…) para rematar que “hacían falta menos de 14 billetes de $ 500, en junio de 2016, para pagar un salario mínimo en la Argentina. Hoy, se requieren 25”.
La historia de la devaluación sigue: “con $500 hace tres años una familia tipo podía comprar la leche para todo el mes (31 litros). Ahora, solo alcanza para 12 litros, según el listado de productos que maneja el INDEC (…) Cuando salió, con el nuevo billete se podía comprar carne para un asado para 8 personas (si se toma la media de medio kilo por persona). Ahora, no alcanza para cuatro. Con $ 500 hoy se cargan 11 litros de nafta súper hoy, mientras que hace tres años se podía casi llenar un tanque chico (39 litros)”.