En la jornada de hoy se producirán las réplicas entre querellantes y defensores; mientras los acusados podrán hacer uso de la palabra antes que el tribunal pase a deliberar para luego dar a conocer el veredicto.
El juicio que se sigue por el asesinato de la joven Jimena Salas y que tiene como imputados a Sergio Vargas y a Nicolás Cajal Gauffín (viudo de Jimena) concluye hoy. Ninguno está acusado de haber dado muerte a Salas: el primero está imputado como supuesto partícipe secundario del homicidio; mientras el viudo de encubrir del crimen ocurrido el 27 de enero de 2017 en el barrio San Nicolás de la localidad de Vaqueros.
Los fiscales solicitaron para Vargas la pena de 12 años de prisión efectiva y 5 años y 6 meses de prisión efectiva para Cajal Gauffín. Por su parte, la abogada del Ministerio Pupilar que representa a las hijas de la víctima, adhirió al pedido de la Unidad Fiscal en cuanto a los montos de las penas y solicitó que se le quite la patria potestada a Cajal Gauffín respecto de sus dos hijas. También reclama una indemnización por daños y perjuicios de parte de ambos imputados a favor de las dos niñas. La Asesora de Menores e Incapaces Claudia Flores Larsen adhirió al pedido de la fiscalía respecto a la pena para los dos imputados.
Las defensas hicieron los suyo. En el caso de Vargas pidieron la absolución y rechazaron una demanda civil que tiene en su contra. Vargas fue detenido y acusado en 2019 y jura que se lo está usando como chivo expiatorio. El día del crimen se encontraba vendiendo calzados en la zona. El hombre indicó que fue hasta Vaqueros porque pretendía encontrar a conocidos suyos para pedirles trabajo en obras de construcción ya que es albañil y plomero y también se dedicaba a la venta ambulante cuando no tenía trabajo. Para los fiscales, Vargas no era vendedor ambulante y se encontraba por la zona realizando «tareas de inteligencia» para marcar la casa de la víctima y colaborar de este modo con los asesinos.