Será diputada nacional gracias al escándalo del Concejo Deliberante con José García. Ese episodio, más el debilitamiento del olmedismo, le abrió la puerta grande para ser la representante principal de Javier Milei en nuestra provincia.
La concejala Emilia Orozco, desconocida para el gran público hasta fines de mayo de este año, será diputada nacional por Salta. Con casi el 94 por ciento de las mesas escrutadas, su espacio, Ahora Patria, aliado de La Libertad Avanza, obtiene el 40.01 por ciento de los votos. Un total de 288.286 personas que decidieron optar por el discurso liberal.
De esta manera, Ahora Patria obtiene dos de las cuatro bancas disponibles para nuestra provincia en esta elección. Orozco pasará así de concejala a diputada nacional sin escalas.
Todo fue una casualidad inesperada, como suele ocurrir en la carrera política de esta salteña de 35 años. Hasta fines de mayo, Orozco sólo era una concejala que había asumido en 2021 en reemplazo de Ariel «Chuky» Flores, el edil olmedista que debió renunciar tras ser condenado por robo.
Este año, Orozco se benefició de nuevo gracias al azar. Fue a partir del escándalo protagonizado por José García en el Concejo Deliberante. García se indignó porque Orozco había dado a conocer el sueldo que percibían los concejales capitalinos: casi un millón de pesos mensuales.
Orozco, que percibe la misma cifra, sólo había dado a conocer el monto, pero con el enojo del ex Operación Triunfo, pasó a ocupar el rol de la «anti privilegios» que se indigna por los habituales beneficios de «la casta política».
El escándalo la puso en la mira de las autoridades de Ahora Patria, que no tenían una figura fuerte para las elecciones de este domingo. El episodio García le dio a Orozco la precandidatura de manera automática.
Orozco no fue la única que «ligó». El otro diputado electo de Ahora Patria es Julio Moreno, un economista poco renombrado que debió renunciar al Tribunal de Cuentas de la municipalidad cuando el aluvión de votos de las PASO le dieron a los libertarios un éxito inesperado en nuestra provincia.
Esto maquilló la decadencia de Alfredo Olmedo, quien hoy se muestra altanero y exitoso, pero que es dueño de una figura poco atractiva por sí misma. De todas maneras, Olmedo no se iba a poder postular. El sojero lo había reconocido puertas adentro de su espacio con una frase inapelable que lo deja mal parado pero también lo acerca a otros candidatos libertarios, como el porteño Ramiro Marra: «Es que mi papá no quiere».
La imposición de Olmedo Padre, el verdadero creador del imperio sojero, fue determinante para el líder de Ahora Patria, que tampoco se incomodó por obedecer ese mandato, ya que está más interesado en sus negocios privados en La Rioja, donde gana millones, que en una candidatura. La aparición de Orozco le resolvió el problema.