El diputado nacional dejará su cargo en diciembre y ya piensa en las próximas elecciones.
Martín Grande ya piensa en 2023. A punto de abandonar su banca en el Congreso Nacional, sin triunfos que lo depositaran en la Legislatura, se ilusiona con ser el candidato a gobernador del macrismo.
En los pasillos del PRO local se dice que Grande ya cuenta con la promesa de la mismísima presidenta del partido, Patricia Bullrich, quien le habría asegurado al salteño que apoyará su candidatura.
No sería extraño. Grande se caracterizó durante sus años en el Congreso en representar más los intereses del PRO de Buenos Aires que los de los salteños y salteñas a quien había prometido defender desde su banca. Las distintas manifestaciones, actos y declaraciones en pos de la postura anti gobierno nacional lo demuestran.
Grande no fue el «cadete de los salteños» que había prometido en campaña, pero se lo vio siempre en contra del kirchnerismo. Esa fue su agenda. Se opuso a la vacuna contra el coronavirus, a la cuarentena, luego cambió y pidió vacunas y pidió encierro. Siempre cuidando no coincidir con los intereses de Alberto Fernández.
En este fin de año apoyó a Inés Liendo, la candidata que nadie conocía, defensora de militares, negacionista, fanática de Domingo Cavallo y con domicilio en Buenos Aires. No les fue bien. Esto les pasó factura en el PRO, que vive una interna a nivel provincial y nacional que parecería no haber tocado su techo en la escalada.