martes 30 de abril de 2024
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Defensor del Pueblo de la Nación pide a desmantelar antenas viejas y suplantarlas con tecnología nueva

En Salta la lucha es llevada adelante por los vecinos. Las empresas que facturan millones mensualmente se niegan a comprar antenas más pequeñas y modernas porque aseguran que son muy caras.

Está comprobado que las ondas electromagnéticas emitidas por las antenas de telefonía celular son nocivas para los seres humanos. Incluso hay mediciones difundidas por internet y corroboradas por especialistas sobre los niveles y límites a los que pueden estar expuestos los pobladores de tal o cual ciudad para no enfermar. En Salta el límite de emisión es de 10 microvatios por centímetro cuadrado pero las antenas emiten una mayor emisión, amparadas bajo la legislación nacional que permite emitir hasta 1000 microvatios en esa superficie.

Hoy el teléfono celular pasó ser una extensión más del cuerpo de millones de humanos y para poder utilizarlos, son necesarias las antenas. Lo que no se dice es que existen estructuras más sofisticadas, que emiten cantidades menores de ondas y ya son empleadas en otros lugares, el problema, al menos para las empresas, radica en su costo.

Félix González Bonorino, delegado salteño del Defensor del Pueblo de Nación, estuvo en lugar del reclamo de vecinos de Barrio 20 de Febrero, quienes solicitan se retire la estructura en Alsina al 1900.

En la ocasión, González Bonorino habló por Radio Nacional al respecto. Se refirió puntualmente a la legislación del tema: “esto que están haciendo en el Concejo Deliberante que es eliminarle, prácticamente, todos los controles a la instalación de antenas es un atentado a la salud de todos”.

Luego comentó, respecto a la protesta, que “los vecinos queremos una tecnología más moderna y no esto que es como que estamos tratando de comunicarnos como los dinosaurios, con antenas potentes, grandes, con grandes estructuras y hoy el mundo tiene muchas antenas, en zonas como Tokio o Nueva York que tienen muchísima menos potencia y está más cerca”.

Respecto a los costos de instalación de las estructuras, aseguró que “quieren seguir poniendo antenas viejas, que seguramente las están comprando descartadas de alguna parte donde las están sacando de funcionamiento y nos las van a traer a nosotros… como siempre se hace. Y el argumento que te dicen es ‘pero lo otro es muy caro’. Que me disculpen, pero en Salta las telefónicas facturan, al menos 400 millones de pesos por mes”.

Un claro ejemplo de por qué son dañinas las estructuras fue explicado por González Bonorino citando lo que ocurre en Barrio 20 de Febrero: “A esta misma antena donde ahora estamos parados vino a hacer una revisión la gente de ENACOM: medía ocho veces más fuerte de lo que está permitido en la ciudad de Salta. Y nadie dijo nada. El problema es que los salteños y las salteñas se están enfermando. Alrededor de esta antena se hizo un relevamiento informal entre vecinos y se tiene ya 18 muertos y otro tanto de enfermos con cáncer u otras cosas parecidas; porque no es solamente el cáncer sino también alteraciones del sistema nervioso. Eso está demostrado”.

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