En ese marco ordenó al Gobierno provincial colocar carteles de alerta y fijar un cordón sanitario para salvaguardar a los vecinos ribereños. El plazo que fijó es hasta el 18 de mayo.
«El agua del río Arenales no es apta para uso recreativo en contacto directo ni puede ser empleada para consumo humano, ni aún con tratamiento convencional», es parte de la resolución judicial a la que accedió el diario El Tribuno que publicó detalles del mismo en su edición de hoy.
El juez de la Sala III de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial, Marcelo Domínguez, puso como plazo el 18 de mayo para que el gobierno coloque esa leyenda a lo largo de las riberas del río que cruza la ciudad y ordenó la instalación de un cordón sanitario preventivo alrededor de los puntos de contaminación del río Arenales identificados en un informe del Cuerpo de Investigaciones Fiscales.
Uno de los puntos críticos, por la elevada presencia de metales pesados y bacterias, está ubicado a la altura del puente de la avenida Paraguay; otro en cercanías de la avenida Tavella y el último en la zona afluente del río Arias.
En 2017 el juez hizo lugar a una acción de amparo promovida por vecinos de los barrios Ceferino, Santa Cecilia, 13 de Abril, Solidaridad, Democracia, Villa Lavalle, Asentamiento 20 de Junio, Angelita, San Juan de Dios y Gauchito Gil, entre otros.