Hubo repuntes en el nivel de agua en los ríos Bermejo y Pilcomayo. Las cuencas de ambos nacen en Bolivia, pasan por Argentina y terminan en Paraguay.
La crecida de río Bermejo comenzó el lunes pasado y se hizo sentir en los pasos fluviales entre el municipio de Aguas Blancas (Orán) y la ciudad de Bermejo (Bolivia) cuando la corriente arrastró algunas de las chalanas que surcan el río.
“Los pilló desprevenidos a todos”, declararon a la sección local del diario Página 12 una de las trabajadoras de frontera. La misma persona advirtió, no obstante, que el río está más bajo que otras veces y hay personas que tratan de ahorrarse el pasaje en chalana cruzando el cauce a pie. El costo del paso de una costa a la otra en chalana es de 300 pesos argentinos.
Lo mismo ocurrió ayer con el río Pilcomayo. El agua empezó a correr ayer miércoles por la noche para alivio de los ribereños que empezaban a preocuparse por el cauce reseco de muchos tramos salteños de ese río. Así ocurrió en la frontera entre Misión La Paz (en el límite argentino ubicado en Santa Victoria Este, en el departamento Rivadavia) y Pozo Hondo (en la frontera de Paraguay) en donde el agua fue recibida con alegría.