El 6 de julio de 1976 la dictadura ordenó el “traslado” de 11 presos políticos detenidos en Villas Las Rosas. Al llegar a Palomitas los reclusos fueron descendidos del camión en que viajaban, alineados sobre el alambrado de una finca y ejecutados.
A 46 años de la Masacre de Palomitas, el fusilamiento de 11 presos políticos cometido durante la última dictadura, se realizará hoy desde las 10.30 un acto convocado por la Mesa de Derechos Humanos en el mural ubicado en el Parque San Martín y que recuerda a los asesinados: Celia Raquel Leonard de Ávila, Evangelina Botta de Nicolai, María Amaru Luque de Usinger, María del Carmen Alonso de Fernández, Georgina Graciela Droz, Benjamín Leonardo Ávila, José Ricardo Povolo, Roberto Luis Oglietti, Rodolfo Pedro Ussinger, y Alberto Simón Zavarnsky.
Todos eran presos políticos detenidos entonces en la cárcel de Villas Las Rosas, aunque el 6 de julio de 1976 fueron objeto de un “traslado carcelario”. El mismo había sido ordenado por Luciano Benjamín Menéndez y ejecutado en Salta por quien estaba a cargo de la guarnición local: Carlos Alberto Mulhall. Al llegar al paraje Palomitas los reclusos fueron obligados a descender del camión en que viajaban y tras ser alineados sobre el alambrado rural de una finca fueron ejecutados.
Para justificar el acto homicida los asesinos fraguaron una mentira estrafalaria: comandos guerrilleros intentaron rescatar a los reclusos generándose una balacera en donde las víctimas fueron sólo los presos mientras los integrantes del bando castrense no sufrieron un rasguño. Los cuerpos de Georgina Droz y Evangelina Botta de Nicolai nunca aparecieron porque fueron dinamitados por haber sido altos cuadros políticos de las organizaciones de entonces. Algunos cuerpos fueron recuperados en cementerios tan lejanos como el de Yala en Jujuy, mientras la mayoría se enterraron a cajón cerrado hasta que el retorno de la democracia y el reclamo de las familias permitieron exhumarlos para confirmar el terror y la identidad
Volviendo a las actividades de hoy, este año, los organizadores invitaron a diferentes instituciones educativas. Por la tarde, la Red de Derechos Humanos convoca a una concentración desde las 14 para marchar a las 16. En el lugar en que los militantes populares fueron asesinados por la dictadura – el paraje Palomitas a unos 60 kilómetros de la ciudad de Salta – también se realizará este miércoles el histórico acto homenaje del que participarán ex presos políticos de Metán.
Uno de ellos, Mario López, compartió a la sección local del diario Página 12 el documento que se leerá en ese acto y que fue redactado por el hijo de Evangelina Botta, Emiliano Nicolay. Allí hace referencia a la muerte del ex juez federal Ricardo Lona falleció el pasado 25 junio mientras cumplía prisión preventiva y domiciliaria por estar imputado en la causa Palomitas. «Así entonces, señor juez de las tinieblas, ante su partida le deseamos que nunca más pueda descansar en paz, porque así se lo merece y ante la ausencia de la ley por usted ignorada, nuestra presencia indiscutible en la memoria revolucionaria del pueblo», expresó Nicolay.
Lona fue condenado en 2019 a 15 años de prisión como partícipe secundario del secuestro y homicidio del ex gobernador Miguel Ragone cometido en marzo de 1976 en la ciudad de Salta. También fue condenado por encubrimiento y prevaricato. En mayo último había sido beneficiado por un fallo de la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal, que le anuló la condena como participe de homicidio y solo ratificó la condena por los otros dos delitos. El expediente fue devuelto al Tribunal Oral en lo Federal 2 de Salta para que fijara una nueva pena pero el represor murió antes. El ex juez nunca tuvo cárcel común, tampoco fue juzgado por su participación en la Masacre de Palomitas y delitos cometidos en perjuicio de otras 78 personas.