Santiago Maratea, que trajo dos 0KM para donar gracias a sus “followers”, al final tuvo un accidentado paso por la provincia. Incluso una Fundación que intentaba colaborar se abrió por las críticas de los propios wichis.
Para quienes son ajenos al mundos instagramer y de los influencers, Maratea es seguramente un desconocido. Pero en las redes sociales sobrepasa con creces el medio millón de seguidores. Por ello es que en pocas horas, una campaña viralizada, recaudó el dinero suficiente para comprar una camioneta y que le regalaran otra. Maratea pidió a sus followers que donaran 10 pesos cada uno para comprar una ambulancia y donarla a los wichis salteños.
Entonces el instagramer porteño no se imaginaba lo que iba a suceder ni las complicaciones que tendría antes de finalizar la entrega de las camionetas. Para Maratea tal vez «los wichis» eran una cuestión homogénea, todos iguales y seguramente se alegrarían al recibir los regalos que les traería. Para Maratea, seguramente, en Misión Chaqueña se acababa el mapa wichi y por eso le parecía bien sólo hacer la donación para gente de esa comunidad. Así que se contactó con un poblador, de nombre Omar, y con la Fundación Pata Pila, que según le dirían luego, no contaba con casi nada de reconocimiento entre las comunidades del norte salteño. Eso generó uno de los problemas posteriores.
Todo eso lo relató el propio instagramer -como no podía ser de otra manera- en las historias de su cuenta de Instagram. Ahí narró cómo al llegar a destino para dejar las camionetas y otras donaciones, pobladores de otras comunidades -como Hickman- le reclamaron también ayuda y cuestionaron que una de las camionetas quedara a cargo de Omar y otra a cargo de Omar y la Fundación Pata Pila.
La explicación de Maratea es la siguiente: sólo Omar y la Fundación podían facturar en el primer caso y aportar los 200 mil pesos necesarios al mes para mantener el centro de desnutrición, en el segundo. Es decir, una camioneta quedaba en poder de Omar para ser utilizada como ambulancia en Misión Chaqueña y sus alrededores; mientras que la otra camioneta quedaba a cargo de la Fundación Pata Pila, quien se encargaría de convertirla en el centro de nutrición para lo que se requerirían 200 mil pesos por mes, que iban a ser solventados por la propia Fundación.
Se abrieron
“Pata Pila es una Fundación muy confiable del norte de Argentina pero nunca trabajaron con la comunidad wichi. O sea, la gente de la comunidad wichi no los conoce a ellos. Entonces entiendo la desconfianza”, comentó Maratea.
Al final, el influencer terminó escoltado por la policía que lo llevó hasta Embarcación. Las camionetas quedaron en Misión Chaqueña y los de Pata Pila se abrieron el proyecto para no generar más discordia. Así lo anunció en las pasadas horas el el presidente de la Fundación, Diego Bustamante. “Se comunicó mal la acción porque fue una bola gigante que creció en horas. La camioneta no nos importa, solo ofrecimos nuestro trabajo y como vimos que iba a terminar mal, decidimos apartarnos”, dijo Bustamante a FM Aries. Luego comentó que el centro nutricional se montará con recursos propios y que, incluso, abrirán un centro físico en Embarcación. Maratea y sus colaboradores decidieron poner las camionetas a nombre de Omar, quien deberá facturar ambos vehículos pasando de monotributista a responsable inscripto.