Aunque la pena de prisión condicional a tres años lo libre de la detención efectiva, Pedro Ariel Rolón de 37 años deberá llevar pulsera electrónica, hacer tratamiento y abstenerse de publicar sobre su expareja en las redes sociales.
La Sala I del Tribunal de Juicio lo encontró autor penalmente responsable de los delitos de amenazas (dos hechos), lesiones leves agravadas por la relación de pareja y por el género, lesiones leves, amenazas con arma y desobediencia judicial (seis hechos).
Rolón había sido denunciado por su expareja en agosto del año pasado. La mujer expuso en la Comisaría Seccional 8 que desde hacía varios años sufrían con sus hijos maltrato físico, verbal y psicológico por parte del acusado. La última ocurrió el 31 de agosto de ese año cuando se encontraba en el inquilinato donde residía con el imputado y él ofuscado le exigió que se retirara del domicilio.
“Comenzaron a discutir y él le dio una patada en la boca. Entonces intervino su hija de 13 años y el imputado también la agredió físicamente. La menor corrió a pedir ayuda a los vecinos mientras el acusado le gritaba: ‘Juro que te voy a matar a palos pendeja de mierda…’. Luego se puso un cuchillo en el cuello y amenazó con quitarse la vida. Al advertir que la policía venía en camino, se retiró del inmueble” relató el sitio web de los fiscales penales de Salta.
Posteriormente, Rolón violó en reiteradas oportunidades la medida cautelar de prohibición de acercamiento a 200 metros de su pareja y de mantener contacto con ella y con su hija. La denunciante manifestó el sujeto se dejó ver rondando su domicilio y le hizo llamadas desde el Servicio Penitenciario, cuando se encontraba detenido.
El juez Martín Pérez le impuso al acusado obligaciones que deberá cumplir durante tres años para mantener la condena condicional: realizar tratamiento psicológico (previo diagnóstico de un profesional) para controlar su agresividad y para superar su adicción a las drogas y al alcohol; someterse al Programa de intervención con agresores de violencia de género; prohibición de acercamiento y de establecer contacto por cualquier medio con la denunciante y con su grupo familiar; prohibición de ejercer actos de violencia física o psíquica en su contra y en contra de su grupo familiar; prohibición de realizar cualquier publicación o mención de la denunciante y su grupo familiar en redes sociales.
El juez dispuso además que al imputado se le coloque tobillera electrónica y que a la víctima se le provea de un dispositivo de rastreo mediante GPS, a fin de evitar que el imputado se le acerque.
Finalmente, ordenó que se le practique al condenado examen médico y extracción de material genético.