Mercedes es la encargada de prensa del asentamiento ubicado en la zona sur de la ciudad. Habló del estado de abandono que viven y de por qué no dejarán el lugar en donde habitan hasta madres que dieron a luz durante la toma.
Las familias que habitan en el predio de ampliación Parque La Vega desde hace ya 140 días invitaron hoy a los medios a una conferencia de prensa para hablar de la situación que atraviesan en el lugar. Tras ello, la encargada de las comunicaciones del lugar dialogó con el programa Cuarto Oscuro que se emite por FM La Cuerda (104.5).
“Somos 1.100 familias, 1.800 niños, abuelos, personas con distintas capacidades que habitamos carpas que hoy son nuestros hogares. Hemos pasado muchas situaciones. Desde una resolución de no innovar del doctor Pablo Paz que provocó que no dejaran pasar ni alimentos ni agua. Eran nuestros familiares quienes nos tiraban botellas de agua por arriba de las vallas, o también tápers con comida; después nos mandaron mediadores para entablar una comunicación con el IPV que tampoco nos sirvió. La primera reunión fue el 11 de junio en donde nos aseguraron que nos darían un listado sobre quienes podían ser adjudicatarios de un terreno. Le dimos todos los datos, pero nunca nos llegó ese listado. Con perdón de la palabra, se limpiaron la cola con nuestros papeles”, lamentó Mercedes.
Puesta a opinar sobre la situación de hoy, la referente dijo. “Nuestra situación es la siguiente: hemos sido abandonados por la provincia. Somos hijos no reconocidos de Salta; parece que no somos parte del pueblo de la provincia de Salta. No vino ningún organismo del gobierno a ver la situación. Ni siquiera de nuestra intendenta”, resaltó. Consultada sobre cómo piensan seguir hacia adelante en medio de tanta precariedad, la mujer recordó que hay una organización que garantiza algunas cosas elementales y posibilitaron que en cinco meses ninguno de los apostado allí se contagiara de coronavirus. “Pensamos seguir aquí hasta que nos den una solución. ¿Por qué? Porque si el gobierno viene y nos saca de acá tendremos que cruzarnos de vereda para ocupar el predio del frente porque estamos en situación de calle”, advirtió.
Mercedes relató que entre los 1800 niños que habitan el lugar – entre 0 y 11 años – once madres empezaron los trabajos de parto en el lugar, tuvieron a sus bebes en el hospital y luego volvieron al predio junto a sus criaturas. “Algunas madres querían tener sus niños acá, pero las convencimos de que tenían que ir al hospital. Luego las mamás vuelven. Nosotros tenemos niños de días aquí porque las mamás salen del hospital y no tienen dónde ir. Es más, hace dos meses una niña tuvo a su bebe, en días posteriores le dieron el alta. El bebé fue prematuro de seis meses, nació cieguito y está en tratamiento. La fiscalía y el gobierno no ven esas cosas. Es una jovencita que no tenía dónde vivir con un marido que trabaja en lo que puede para darle de comer a sus hijos. Esta mamá vino al principio y pasó las noches acá durmiendo en una carpa sobre un colchón porque la policía no les dejaba pasar más nada. Las consecuencias fueron esas: un niñito de seis meses con una discapacidad”, denunció.