La legisladora nacional sigue sin demasiada actividad que le sirva a los que la votaron. Luego de cajonear la única iniciativa útil porque a sus jefes de La Libertad Avanza no les convenía, firmó un proyecto para destacar a un instituto mendocino.
Mucho rugido y poco proyecto de los leones de Javier Milei en el Congreso. Como la diputada nacional Emilia Orozco, que fue votada por los salteños para ocupar una banca y por ahora no honró esa posibilidad con iniciativas útiles para los habitantes de nuestra provincia.
En las últimas semanas, la legisladora salteña sumó una tercera idea a su lista de proyectos, aunque ninguno de su autoría. Ella sólo acompaña con su firma. Se trata de un proyecto de resolución de la mendocina Lourdes Micaela Arrieta para declarar de interés la diplomatura «Malvinas, Educación y Soberanía», dictada por el Instituto ELEVAN, Estudio y Legado en Valores Nacionales.
Orozco sigue de esta manera navegando por la intrascendencia parlamentaria, sólo beneficiada por los recortes de video que la muestran frente al micrófono opinando una catarata de lugares comunes en contra del «populismo» y a favor del «cambio».
Pero ni siquiera cuando afinó la puntería pudo avanzar. A fines de febrero, Orozco acompañó un proyecto de ley para incluir la vacuna contra el dengue en el calendario nacional. La iniciativa buscaba que la vacunación fuera obligatoria y gratuita para toda la población argentina. Pero todo quedó en la nada, especialmente desde que el Gobierno de Javier Milei se negó explícitamente a tomar medidas al respecto. Pareciera que para Orozco los mandatos partidarios pesan más que la necesidad de pelear por cuidar a la gente. Personas vulnerables ante una epidemia que es la peor en quince años. Personas que, en muchos casos, votaron por Orozco para que represente sus intereses en la Cámara de Diputados.
Claro que para hablar mucho en contra del kirchnerismo o posar en las fotos partidarias, Orozco está siempre dispuesta. Quizás sea todo lo que tiene para ofrecer.