Se trata del grupo referenciado en Violeta Gil, Julio Quintana y Gabriela Jorge. La justicia hizo lugar a la presentación realizada por ex dirigentes para impugnar la clásica nominación obligando a los primeros a hacer uso de la nueva.
El cambio de nombre se anunció en la mañana de hoy en el local que el ahora ex Partido Obrero posee en Santiago del Estero 971. Allí, los dirigentes Gabriela Jorge y Julio Quintana dieron una conferencia de prensa para informar sobre el asunto de cara a las elecciones provinciales del 15 de agosto y las elecciones PASO nacionales del 12 setiembre próximas.
Esto se debe a que la justicia federal hizo lugar a la presentación realizada por ex dirigentes del PO salteño para que la militancia local no pueda usar su nominación actual. Si bien dicha resolución ha sido apelada por las autoridades del PO salteño, la justicia ha rechazado el pedido de suspensión del fallo mientras este no se encuentre en firme.
“El fallo que impide a la masa de la militancia del PO utilizar el nombre con el que nuestro partido se ha hecho popular, fue solicitado por un puñado de ex dirigentes que armaron otra organización (el FUT) y la dirigencia nacional del partido, que expulsó a más de 1200 militantes de todo el país de forma sumaria en 2019. Así buscaron evitar el debate político que establecimos los compañeros que nos conformamos como Tendencia Nacional del Partido Obrero. La apoyatura en el aparato judicial para evitar un debate político entre militantes es una muestra acabada del abandono del programa histórico del PO y de la defensa de la democracia al interior de las organizaciones de la clase obrera por parte de quienes apelaron a esta maniobra”, exclamó Julio Quintana.
A su vez, Gabriela Jorge agregó: “La militancia del PO salteño, como el conjunto de los compañeros expulsados a nivel nacional, apelamos a nuestro nombre histórico y fundacional, Política Obrera, que fue ilegalizado por la última dictadura militar y obligó en su momento a llamarnos Partido Obrero. Es una forma de expresar la continuidad histórica de nuestra lucha por un gobierno de trabajadores ya que el PO no es un sello sino un programa. La voluntad de la militancia obrera y socialista tampoco se puede doblegar con un decreto judicial. Con las expulsiones de nuestro Partido buscaron acallarnos y hemos conseguido las personerías en importantes distritos del país como CABA, PBA, Tucumán y personerías municipales y provinciales en Santa Fe y Catamarca para defender nuestra voz. En Salta haremos lo propio de cara a estas elecciones, ahora como Política Obrera”, indica el parte de prensa difundido.