Un hombre radicó la denuncia contra su expareja por agredir a uno de los menores, luego se supo que él también había golpeado, pero a otro de los niños.
Todo comenzó cuando el hombre radicó la denuncia en la comisaría del barrio Solidaridad. En ella aseguraba que su hijo de 11 años le había relatado escenas de violencia en las que la protagonista era la madre. La mujer se desempeñaba como oficial del Servicio Penitenciario de la Provincia.
La oficial tenía una orden de prohibición de ejercer actos de violencia física y psicológica en perjuicio de sus menores dispuesta en el año 2015. Lo triste del caso es que el denunciante también registraba en su contra una denuncia por lesiones en perjuicio de otro de sus hijos, un pequeño de cinco años.
En la Cámara Gesell el niño contó que “cuando no hacen las tareas de la escuela o se portan mal su mamá les pega con el cinto, a él y a su hermano Nahuel, no al bebé”, publica La Gaceta. En tanto el de once dijo que “el día del hecho no hizo las tareas, sus hermanos hicieron renegar a su mamá, entonces cuando se enteró de que él no había hecho las tareas le pegó. Que su mamá lo golpeó en la panza y lo dejó sin aire”.
A partir de estas declaraciones, y otras pruebas reunidas durante la investigación penal, la fiscal imputó ayer a ambos padres por el delito de lesiones agravadas por el vínculo.
Los padres se abstuvieron de declarar.