domingo 28 de abril de 2024
17.5 C
Salta

Otro silencio contundente | Más del 40% de los salteños eligió no votar

Hubo poco más de 600 mil votantes sobre más de un millón de electores totales. Se mantiene una tendencia que ya se percibió en las elecciones provinciales.

Con más del 96 por ciento de las mesas escrutadas en la provincia, el nivel de participación en Salta en las elecciones de este domingo llega apenas el 58,76 por ciento. Es decir que unas 600 mil salteños votaron, pero podrían haber sido más de un millón.

El número concreto es 600.582 de votantes totales este domingo sobre un número de electores que llega a 1.053.247. Hubo 567.419 votos válidos, de los cuales 539.002 fueron afirmativos y 28.417 en blanco.

Sobre más de tres mil mesas en toda la provincia, se registraron 30.842 votos nulos, un 5,13 por ciento del total; y 2.322 (0,38) de votos impugnados.

Los números muestran una bajísima participación en los comicios, algo que ya se había percibido durante las elecciones provinciales del mes pasado, cuando el 45 por ciento de los y las salteñas prefirieron no votar o votar en blanco.

El mes pasado asegurábamos desde CUARTO que la explicación general de este fenómeno es el claro divorcio entre la política y una parte importante de la sociedad que ve en la primera a notables que llegan a una banca por sus vínculos con los poderosos y a opositores que siendo corajudos para denunciar de todo y a todos son finalmente inútiles para modificar el curso de los acontecimientos.

La pandemia vino a profundizar ese divorcio. Centralmente porque la agenda de la clase política siguió siendo la de siempre y no contacta con las necesidades de quienes sienten que durante 18 meses pusieron todo –y un poco más– de sí para soportar la tormenta sin que desde el otro lado les digan cómo se saldrá de las penurias que la pandemia dejó. Si asemejáramos entonces a la clase política con usinas generadoras de energía cívica, deberíamos concluir que la abstención de la que hablamos obedece a que la energía que irradia tal usina es anémica e incapaz de entusiasmar y movilizar a esos salteños y salteñas que necesitarían 17 estadios Martearena para posar sentados un domingo cualquiera.

Los salteños y salteñas que no fueron a votar o votaron en blanco pueden asemejarse a las víctimas directas del apagón cívico que asola a sociedades como la nuestra. Los acostumbrados a tales apagones se quedaron en sus casas como lo hacen las familias que esperando que la energía eléctrica retorne al hogar mantienen la vista fija en no importa qué, pero lo hacen con paciencia oriental hasta que la claridad del nuevo día les indica que es hora de ir al trabajo por las calles poceadas de siempre, pensando si podrán realizar el contrapiso de la casa, si se resolverán los problemas en el trabajo o recuperará el que perdió mientras se entrega al cálculo mental para ver si llega a fin de mes y sueña con recuperar algo de todo lo que perdió durante la pandemia.

Archivos

Otras noticias