Tras semanas de tramitar el retorno en la secretaria de DDHH de Salta, Laureano Sánchez recibió hoy un mail en donde le informan que su pedido fue girado al “área correspondiente”. Relató su calvario en el programa Cuarto Oscuro (104.5)
El paso de los días resulta insoportable para este jubilado ferroviario que una semana antes de que se dicte la cuarentena llegó a Neuquén junto a su esposa de 84 años y otro familiar de 70 años. El retorno estaba previsto para una semana después por vía aérea, pero el aislamiento que empezó a imponerse desarticuladamente en las provincias y la cuarentena obligatoria dictada por el gobierno nacional convirtió el viaje en una pesadilla: el pasaje aéreo para retornar se prorrogó nuevamente hasta mediados de mayo y la incertidumbre crece, le cierran la posibilidad de viajar en ómnibus y sólo le llegan propuestas de servicios en camioneta o taxis – supuestamente habilitados – que cobran 90 mil pesos el viaje. “Pero uno requiere seguridad. No quiero quedarme a mitad del camino. No quiero que mi mujer que ya está llegando a un nivel de estrés extremo pueda sufrir aun más. No es un chiste esto”, relató angustiado.
El horizonte se oscureció un poco más tras lo ocurrido el domingo pasado cuando se confirmó que un trabajador golondrina que ingresó sin autorización a la provincia era portador asintomático del virus. El resultado fue un anuncio del gobernador: prohibir el ingreso de colectivos de media y larga distancia a la provincia con repatriados. “Me parece una barbaridad porque evidentemente lo que falló fue el sistema de control que debía aplicarse en todo el recorrido. Porque la reglamentación posee un protocolo que debe aplicarse permanentemente: la organización empieza en un lugar determinado, Salta debe autorizar, los que viajan deben portar los certificados que consten que está libre del virus. Acá lo que pasó es que hubo dos personas que pasaron por arriba y deben ser castigados, pero qué culpa tienen todos los demás”, se preguntó Sánchez para luego agregar que las expresiones del mandatario “fue algo apropiado para un discurso de campaña, pero ahora estamos en una emergencia. Estoy hablando de personas que tenemos 87, 84 y 70 años. La angustia y la desesperación es tremenda. No sé hasta qué momento vamos a aguantar”.
Esa angustia también fue alimentada por semanas de maraña burocrática en la que debió sumergirse para tramitar la posibilidad de retorno con las autoridades provinciales. “Recién hoy recibo un correo de la señorita Belén Flores de la secretaria de Derechos Humanos donde me informa que el pedido mío fue girado al área que corresponde y en donde presuntamente hacen las listas. Es la primera respuesta que tengo desde que estoy detrás de esto. Es decir, lo que molesta es que nos ignoran”, refirió. Sobre lo que espera para el futuro inmediato, dijo que se debe respetar la reglamentación: “formar una lista, autorizar una empresa para que haga el viaje, seleccionar los chóferes con los certificados que correspondan, los pasajeros con los certificados correspondientes, informar el domicilio para realizar la cuarentena en Salta y que las autoridades salteñas confirmen que uno respeta lo informado”, resaltó Sánchez.
