domingo 28 de abril de 2024
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«No hay que desestimar nunca lo que luce como marginal» | Cuando Martín Kohan anticipó a Milei

El escritor y docente habló con CUARTO en septiembre de 2021. Al analizar el fenómeno que despertaba el actual presidente de la Nación, aseguraba que «algo que es muy marginal hoy puede tomar cierto grado de centralidad u otro tipo de relevancia en poco tiempo».

Parecía imposible. En septiembre de 2021 todo era un mundo lejano de fantasía distópica. De series tipo Black Mirror o Years and Years. Nadie en Argentina creía por entonces que alguien como Javier Milei podía acceder a la presidencia de la Nación. Sin embargo, ocurrió. El libertario ocupa el sillón de Rivadavia en la actualidad y aún restan casi cuatro años de mandato.

En aquel lejano septiembre, un intelectual atendió el teléfono para anticipar lo que se venía. Era Martín Kohan, escritor y docente, uno de los más prestigiosos y reconocidos de la literatura argentina, quien en diálogo con CUARTO anticipó lo que por entonces parecía una locura y hoy es lo que rige nuestra vida diaria.

«No hay que desestimar nunca lo que luce como marginal», decía Kohan en la entrevista. «Algo que es muy marginal hoy puede tomar cierto grado de centralidad u otro tipo de relevancia en poco tiempo», seguía, dando como ejemplo el caso del ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

«Estas derechas, sin dejar de ser como son, reaccionarias, adquieren esta pátina de disidencia que podemos entender como absolutamente engañosa, pero al mismo tiempo muy eficaz», seguía.

Luego especificó: «No debemos dejar de percibir esto como desopilante, pero al mismo tiempo que puede llegar a cobrar una envergadura relevante, sin dejar de ser desopilante; como sucede ahora que está ganando espacio. Entonces no debemos desestimarlo, porque siendo como es, un poco ridículo, bastante farsesco, cobra una entidad política que nos obliga a tomarlo en consideración. Y parte de lo desopilante es que le llaman comunismo a todo, al punto que no se puede decir si es una sobreactuación -o no- de una paranoia de guerra fría realmente desenfocada, pero que en algún grado funciona, como cuando le llaman marxismo a cualquier cosa».

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