Según un funcionario del ministerio de educación de esa provincia, los padres de los estudiantes protestaron por considerar al lenguaje inclusivo como «un hecho político». El gremio docente advirtió que la medida «es claramente disciplinadora».
El gobierno de la provincia de Mendoza dispuso el “traslado preventivo” de una vicedirectora por usar el lenguaje inclusivo. Se trata de Carolina Gutiérrez de 46 años y quien desde hace 23 trabaja en la docencia. Tiene 3 hijos y un nieto e hizo una licenciatura en Gestión Institucional y Curricular en la Facultad de Educación y luego se inscribió en una maestría en Integración Educativa y Social. En su tesis, contó, aborda la integración de alumnos homosexuales en el ámbito educativo.
Según argumentaron las autoridades que la sancionaron, se tomó la decisión luego de que padres y madres de la escuela primaria Manuel Blanco Encalada, del departamento de Junín, se quejaran porque la docente, Carolina Gutiérrez, usaba la frase “todos, todas y todes” en los saludos al alumnado. Las autoridades informaron, además, que la vicedirectora será sometida a una investigación administrativa por su accionar. El secretario general de SUTE, principal gremio docente, Sebastián Henríquez, adelantó a Página|12 que exigirán a la DGE que dé marcha atrás. “Nos oponemos. Acá el traslado preventivo es claramente disciplinador”.
La decisión del “traslado preventivo” de Gutiérrez se tomó ayer en una reunión de la que participaron el director de Educación Primaria de la provincia, Sergio Márquez, Hugo Martín, delegado regional de la DGE en la zona Este, y padres y madres, en la misma escuela. Martín, en declaraciones a Radio Nihuil, de Mendoza, reconoció que recibieron quejas la semana pasada.
También dijo que le habían expresado su disconformidad por “una serie de irregularidades que sucedían en la escuela” y en ese sentido, señaló que “algunos padres nos plantearon que había algún tipo de proselitismo en la escuela, que había algún tipo de adoctrinamiento, algunas cosas que tienen que ver con el accionar de la escuela de mayor apertura”, pero no aclaró más a que se referían.
Por su parte, la vicedirectora Gutiérrez, en diálogo con el diario Los Andes, respondió: “Lo increíble es que no es una barrera pedagógica sino social que es algo que se puede cambiar. Estamos hablando del discurso de una construcción colectiva que va cambiando con las realidades sociales, nadie por el uso del lenguaje cambia su identidad sexual”. Página|12 se comunicó con la docente, pero Gutiérrez aclaró que por el momento prefería no volver a referirse al tema. El viernes fue el último día que fue a la escuela.
“Tengo una mezcla de sensaciones. Por un lado estoy contenta, porque se ha instalado el tema. Por otro estoy preocupada, porque sigue habiendo rechazo a estas cosas, entre ellas el lenguaje inclusivo, sin entender qué significa”, dijo al Diario Uno algunos días atrás.