Para los investigadores se trató de un ajuste de cuentas. Hay ocho detenidos. Los raptores enviaron a la familia de la víctima un video mostrando cómo le arrancaban una uña y lo golpeaban salvajemente. La mente detrás del plan criminal ingresó al país la semana pasada desde Bolivia.
Lo ocurrido tiene todos los condimentos de una novela narco: ocho personas que secuestran a un hombre que sería liberado si pagaba una deuda del negocio de las drogas; la víctima que cumplía una condena con prisión domiciliaria antes de ser secuestrado; un grupo de personas ingresando al país desde Bolivia antes de ejecutar el secuestro; un cautiverio que incluyó torturas que los secuestradores grabaron para enviársela a la familia de la víctima.
Las escenas de terror terminaron con el rescate policial que terminó con la detención de Horacio Erik Chauqui, Cristián Martínez, Micaela Riquelme, Daniel Llanos, Emanuel Yamil Arjona, Aurelio Florentino Maldonado, Carlos Gustavo Lozano y Roy Carlos Choque Aguirre que ahora están imputados por el delito de secuestro extorsivo, agravado por el número de intervinientes y las lesiones gravísimas causadas a la víctima.
Según la reconstrucción que realizó el fiscal federal Ricardo Toranzos, el plan criminal comenzó el jueves pasado, cuando Choque Aguirre, Lozano y Llanos ingresaron al país desde Bolivia. “Una vez que arribaron a la capital de la provincia, Choque Aguirre fue quien coordinó con sus otros dos cómplices el secuestro de un hombre que cumplía en su domicilio una condena de 4 años y 6 meses de prisión por un caso de narcotráfico. La elección de la víctima no fue al azar, es familiar de un hombre que le debía dinero a los acusados por un negocio de drogas, según la información a la que pudo acceder Télam.
El fiscal explicó que los detenidos ingresaron encapuchados a la casa del hombre, mientras él compartía un asado con otros familiares. Se presentaron como policías y lo secuestraron. Los captores se comunicaron con parientes de la víctima y enviaron un video que mostraba cómo le arrancaba con una pinza la uña del dedo meñique al secuestrado y exigían que otro familiar entregara el dinero adeudada por un negocio narco. Aunque los secuestradores exigieron que los familiares no acudan a la Policía, los allegados de la víctima denunciaron lo que sucedía al 911.
Los investigadores de la policía de Salta vigilaron la casa del secuestrado a la que Choque Aguirre regresó en vehículo para exigir que se pague el rescate y la dirección de un tío del hombre. La Policía intervino y detuvo a Choque Aguirre y al conductor, pero el otro ocupante se dio a la fuga. “En paralelo, comenzó a sonar el teléfono de los detenidos, el número que los llamaba coincidía con el que fue utilizado para amenazar a los familiares. De esta manera, los agentes pudieron dar con una vivienda ubicada en el barrio Santa Rita II, de la zona sur de la ciudad de Salta, en la que se encontraba cautiva la víctima” destacó el sitio Infobae.
Al llegar, hallaron al hombre debajo de una cama con gravísimas lesiones, quien luego relató que, tras ser secuestrado de su vivienda, lo encapucharon y lo golpearon mientras era trasladado al lugar de donde fue rescatado, según el portal Fiscales del Ministerio Público.