A tres años de la reconciliación Urtubey – Romero, la foto de hoy confirma que la relación entre ambos transita su mejor momento. El primero recibió al principal operador del segundo y mentor de una generación de la que Urtubey formó parte.
A tres años exactos de la imagen que mostró a Urtubey y Romero haciendo las paces en el Grand Bourg, se produjo la foto que faltaba: la de Urtubey con Ángel Torres, el mayor operador y consejero de la carrera política de Juan Carlos Romero y tutor político de Juan Manuel Urtubey en los primeros años de su carrera política.
En reiteradas oportunidades CUARTO destacó cómo Urtubey reconoció el aporte de Torres en su formación política en la década del 90´, pero la relación estuvo lejos de verse reducida a la mera formación técnica y política. No son pocos los memoriosos que destacan cómo el hombre que le susurraba al oído a Romero e ingresaba sin tocar al despacho del mismo, usó ese poder personal para impulsar la carrera política de Urtubey en la segunda mitad de la década del 90.
Esos memoriosos, incluso, aseguran que el punto crucial de esa apuesta ocurrió durante el momento de mayor confrontación entre Ángel Torres con el vicegobernador de la provincia Walter Wayar, quien propuso como candidato al diputado nacional Enrique Tanoni para las legislativas de 1999, mientras Torres impulsó la candidatura de Urtubey. El enfrentamiento dividió al gobierno y con el arbitraje de Romero, el ahora gobernador llegó al parlamento nacional y consolidó una carrera que luego le permitiría disputar con éxito la gobernación en el año 2007.
La historia luego los separó: Torres siguió cerca de su Jefe político en el senado de la nación mientras Urtubey consolidaba su poder en la provincia. Las relaciones se tensaron entre el año 2013 y el 2015 cuando el ex y el actual gobernador se batieron a duelo por la gobernación y protagonizaron pistoletazos dialécticos que lo tuvieron a Torres del lado en el que siempre se mantuvo: el de Juan Carlos Romero que finalmente fue vencido por Urtubey en mayo del año 2015.
Diez meses después, llegó el armisticio. Ocurrió a mediados de marzo del 2016 cuando Romero y Urtubey protagonizaron una sonriente foto en el Grand Bourg. Desde entonces la relación política entre ambos cobró musculatura y el trasfondo que puede explicarlo es el siguiente: uno y otro sabían hace tres años que ninguno ocuparía la gobernación salteña, con lo cual convenía limar asperezas, dejar las cosas en orden tras monopolizar entre ambos 24 años de gobierno y esperar al 2019 para ver si en su condición de hombres fuertes podían apadrinar a un candidato confiable para el orden que administraron durante un cuarto de siglo.
Que Ángel Torres haya vuelto a la provincia en año electoral y se reuniera con el gobernador, puede tener entonces un alto valor analítico: confirma que la relación Urtubey – Romero es muy fuerte y puede que uno y otro – finalmente – decidieran aunar esfuerzos para impulsar alguna candidatura que siempre requiere de personas que diagnostiquen escenarios, midan correlaciones de fueras, identifique los puntos débiles del adversario y diseñen campañas que luego ejecutan tropas disciplinadas.
