domingo 28 de abril de 2024
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La estrategia del escritorio | Boca pidió a la Conmebol que lo den como ganador de la Copa Libertadores

A pesar de que los presidentes firmaron un documento para que la revancha se realice, el club encabezado por Daniel Angelici cambió su postura. La situación podría definirse mañana en Asunción.

Ya trascendió el argumento del club xeneize para reclamar los tres puntos y la consecuente obtención del título, es que los futbolistas de ese club sufrieron “la misma agresión que padecieron los de River en los octavos de final de la edición 2015 del certamen”, ocasión en la que los de Núñez obtuvieron la clasificación por la sanción del Tribunal de Disciplina.

Por el lado de Ríver las respuestas se adivinan: aquella vez la agresión fue en el campo de juego y no a 10 cuadras del estadio; que la seguridad por fuera del perímetro del estadio no depende del club sino del estado y que en el 2015 River iba ganando la serie y no empatando.

La decisión de Boca va a contramano de lo que explicaron el sábado por la noche los presidentes de ambas entidades, Daniel Angelici y Rodolfo D’Onofrio, cuando, según el titular de la Conmebol Alejandro Domínguez, ambos celebraron “un pacto de caballeros” para que el partido finalmente se disputara, tuvo un cambio de rumbo que se fue gestando durante la madrugada de ayer.

Al parecer Angelici cambió de opinión después de firmar ese documento bajo la presión ejercida por el plantel profesional y sus propios compañeros de Comisión Directiva. “Los jugadores se reunieron el sábado a última hora, después de la cena, y tras acordar entre ellos, acto seguido se encontraron con Angelici, alrededor de las 2.30, los dos máximos referentes del grupo, Carlos Tevez y Fernando Gago, transmitiéndole que para ellos había sido muy grave lo sucedido, y debían tomar una decisión para que esto no se repitiera”, enfatizan los medios nacionales por estas horas.

La final fue postergada ayer por segundo día consecutivo y los presidentes de ambos clubes deberán comparecer en las oficinas de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), en Paraguay, para fijar nueva fecha y condiciones de realización. El presidente de la entidad sudamericana, el paraguayo Alejandro Domínguez, confirmó la decisión después de una presentación realizada por Boca, en la que reclamó la suspensión por entender que no había “condiciones de igualdad” para la disputa del partido, tras la agresión sufrida el sábado por sus jugadores cuando llegaban al estadio en micro.

Angelici, el cuerpo técnico de Guillermo Barros Schelotto y los jugadores, con el respaldo de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), acordaron la negativa de jugarlo ayer como pretendía la Conmebol y también el presidente de la FIFA, el suizo Gianni Infantino, que había llegado al país especialmente para participar de la fiesta.

En esa presentación, el club dirigido por Angelici pidió ayer la suspensión del partido y la aplicación de sanciones a River, como responsable de la organización de la truncada superfinal. El castigo reclamado por Boca está contemplado en el artículo 18 de la Conmebol y, entre otras medidas, estipula la deducción de puntos, la determinación del resultado del partido o la descalificación del club infractor de la competencia en curso.

“Llamamos al buen comportamiento de la sociedad, Argentina no merece dar esta imagen, tiene que demostrar que es capaz de organizar un partido como este en paz”, lamentó el presidente de la Conmebol. Domínguez, D’Onofrio y Angelici se encontrarán mañana para definir la nueva fecha. Las primeras versiones indican que podría disputarse el sábado 8 de diciembre.

El próximo fin de semana es prácticamente imposible por el operativo de seguridad que se desplegará en Buenos Aires, por la realización de la cumbre presidencial del G-20. El campeón de la Copa Libertadores debe participar del Mundial de Clubes FIFA que se realizará del 12 al 22 de diciembre en Emiratos Arabes Unidos. El debut del equipo argentino que resulte vencedor será el martes 18 en la ciudad de Al Ain, de modo que la final debe jugarse con la suficiente antelación para preparar ese compromiso.

Cuando Conmebol comunicó ayer la nueva suspensión, el estadio Monumental ya había abierto sus puertas y tenía ocupada –aproximadamente– el 15 por ciento de su capacidad. Los hinchas reaccionaron con silbidos e insultos cuando la voz del estadio informó la noticia, pero posteriormente se desconcentraron del estadio sin provocar desmanes.

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