El físico salteño siguió profundizando sobre la generación de energía en nuestro país, aunque hoy se sumergió en el mundo de las fuentes renovables, la legislación al respecto y el rol de un instituto universitario.
En nuestro país tenemos una matriz de generación de energía eléctrica con una marcada predominancia de fuentes hidrocarburíferas con las consecuencias negativas para el ambiente que conllevan. Desde su generación misma hasta su utilización, es la más contaminante y, algo no menor, sujeta al vaivén de los precios internacionales. Entre muchas otras, estas razones ambientales y de soberanía económica, nos marcan la necesidad de avanzar hacia una mayor diversificación de nuestra matriz energética.
Ya hemos dicho algo en anteriores columnas sobre las fuentes de energía atómica, que producen actualmente un 10% del total, similar porcentaje que las renovables.
En octubre del año 2015 fue promulgada la Ley de Fomento de Energías Renovables por la entonces Presidenta y hoy Vice, Cristina Fernández de Kirchner. Este marco normativo es un avance importante para nuestro país, ya que propone una hoja de ruta para el crecimiento de las energías renovables, y también genera una definición clara sobre éstas. A partir de allí, entendemos por fuentes de generación de energías renovables las siguientes: Eólica, solar, fotovoltaica, termosolar, biomasa, biogás, biocombustibles y la generada en centrales hidroeléctricas de menos de 50 MW de potencia.
De todas estas, la energía eólica, con una fuerte presencia en el sur de nuestra patria, es la que más ha avanzado, y tiene mayor porcentaje dentro de la demanda eléctrica general provista por fuentes renovables. De todas maneras la energía solar, que concentra grandes oportunidades de desarrollo y crecimiento en Salta y el NOA, es la que viene creciendo a mayores tasas en los últimos años.
Si bien la legislación estableció el objetivo de llegar al 20% de energía renovable sobre el total para 2025, y este número nos parece lejano, las estimaciones dan cuenta de un crecimiento bastante auspiciante. De hecho, para fines del 2021, según proyecciones hechas antes de la pandemia de COVID 19 valga la aclaración, se espera llegar cerca del 15%.
Desde hace años en la Universidad Nacional de Salta, concretamente en el Instituto de Energías No Convencionales (INENCO), se trabaja de manera intensa y continuada en el estudio y generación de distintas tecnologías relacionadas principalmente a la energía solar: desde secadores y cocinas solares hasta prototipos únicos premiados a nivel nacional para la generación de electricidad utilizando energía solar.
El camino está trazado. La Legislación creada. Es necesario, más que nunca, el apoyo decidido y constante de los distintos niveles del gobierno para que la generación de energía más limpia sea por fin una política de estado. Y en esto, nuestra provincia tiene las condiciones para avanzar de manera ejemplar.