viernes 6 de diciembre de 2024
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Falta mucho ajuste | Señalan que Milei recién arranca con la motosierra

En el bimestre llevan medio punto del PBI acumulado de superávit primario. Le restaría 1,5 para los 10 meses restantes. Advierten sobre el rol del Impuesto país y la deuda flotante.

El Gobierno apenas comenzó con la corrección fiscal a la que se ha comprometido solo ante el Fondo Monetario Internacional (FMI). Todavía le queda un mayor tramo del esfuerzo para el año si es que aspira a cerrar con un superávit del 2% del PBI.

A valores actuales tiene que conseguir un superávit de unos $12,96 billones, de los cuales ya pudo sumar $3,24 billones. La mayor parte de la meta se tiene que alcanzar antes de junio, porque luego la estacionalidad del gasto de la recaudación fiscal jugará en contra.

De acuerdo con estimaciones del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), en los dos primeros meses del 2024 el Gobierno pudo obtener un superávit primario acumulado de 0,5% del PBI. En cuanto al superávit financiero, el resultado positivo fue de $856.000 millones equivalentes a 0,13% del PBI.

En promedio y en teoría para alcanzar el objetivo, el Ministro de Economía, Luis Caputo, debería obtener un superávit primario por mes promedio del 0,15% del PBI, o casi unos $900.000 millones mensuales a valores actuales.

Pero hay que tener en cuenta que hay más estacionalidad positiva en los primeros seis meses del año, debido a que la recaudación de impuestos mejora por efecto de las retenciones a las exportaciones que se cobran con la liquidación de la cosecha gruesa.

Al respecto, el economista Gabriel Caamaño, director de consultora Ledesma, aclaró que “Caputo habla de equilibrio fiscal, suponiendo que el déficit financiero por pago de intereses fuera de 2 puntos, pero ahora está emitiendo nuevos bonos del Tesoro (canje de deuda) a cupón cero, lo que quiere decir que este año no va a impactar el pago de intereses en el gasto”.

Caamaño consideró en ese sentido que en base a esa política del Palacio de Hacienda “para alcanzar el equilibrio fiscal probablemente se requiera menos superávit primario, tal vez con 1 punto se podría alcanzar”.

El economista consideró que para conseguir eso, entonces, el ajuste tiene que volverse sustentable. “Hay que tener en cuenta que de Impuesto PAIS en el primer bimestre hubo casi $1 billón y de deuda flotante hay unos $500.000 millones”, detalló.

Ambos sumarían 0,25 puntos del PBI, que es casi la mitad del superávit. Pero si se tiene en cuenta que el Impuesto PAÍS se va a derogar cuando se unifique el mercado de cambio y la deuda flotante se tiene que pagar, para mantener el resultado fuerte se necesita reducir los subsidios.

Caamaño vincula el aumento de la deuda flotante del Estado con la falta de pago a CAMMESA, la administradora del mercado eléctrico mayorista. La firma recién terminó de cobrar facturas de noviembre, y tiene atrasados pagos de diciembre y enero. Posiblemente febrero devengue en los próximos días. «Todos los gobiernos juegan el juego de quedarle debiendo a CAMMESA», señaló.

La consultora LCG señala en ese sentido que “el superávit se dio aun cuando el Gobierno redujo a casi la mitad el stock de deuda flotante por los compromisos devengados en lo que va de 2024”. “En enero solo había pagado el 46% del gasto devengado, y con febrero cerrado ese porcentaje se elevó a 70%. No obstante, la deuda flotante suma $2,9 billones, equivalente a 0,4% del PBI. Se trata de un monto similar al del superávit alcanzado”, alertó LCG.

En tanto Sergio Chouza, de consultora Sarandí, plantea en su escenario base para este año un superávit de medio punto solamente en 2024. Afirma que “no es consistente que en el primer bimestre el ajuste se haya explicado solo por licuación”. “Este es un ajuste gracias a la inflación porque el ajuste de partidas se hace por debajo de ella y eso no es consistente si en paralelo se les cumple la hipótesis de desinflación acelerada”, advirtió.

En tanto, Portfolio Personal Inversiones (PPI) remarcó que “es la primera vez que se obtiene un superávit primario en febrero desde 2019 y uno financiero desde 2012″, además de ser “ambos son los mayores desde 2008”.

“Así, es la primera vez desde 2011 que el primer bimestre del año es superavitario en ambas métricas. En definitiva, el resultado ratifica que el Gobierno está haciendo lo necesario para alcanzar el equilibrio financiero en 2024”, precisó.

PPI añadió que “dada la estacionalidad de los ingresos y gastos, deben obtenerse superávits abultados en los primeros meses del año para contrarrestar los típicos déficits de la segunda mitad”.

También sostuvo que “el ajuste exhibido se sustentó en la ‘licuadora’ más que la ‘motosierra’”. “Sólo las transferencias corrientes a provincias y el gasto de capital presentaron un recorte nominal en sus partidas”, plantea la sociedad de bolsa.

Es por ello que indicó que la pregunta es: “Qué tan sostenible es el ajuste fiscal del primer bimestre, el cual se basa principalmente en una fuerte caída real en prestaciones sociales, especialmente en jubilaciones y pensiones”.

“Para hacer un ajuste fiscal sostenible, el Gobierno necesitará conseguir apoyo político en el Congreso, aprobando el paquete fiscal de la ley ómnibus y la nueva fórmula previsional propuesta. Sin conseguir esto, el único ajuste estructural disponible es un aumento en las tarifas que reduzca los subsidios económicos”, explicó PPI.

Fuente: Ámbito

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