A pesar de ello la empresa no ha resuelto nada en los últimos años. Los vecinos denunciaron la situación y piden respuestas a García Salado y demás responsables.
Mónica Giménez vive en San Carlos y forma parte de los vecinos autoconvocados en asamblea por el agua sana. Algo que la empresa que tiene a Luis María García Salado al frente no ha sabido ofrecer en los últimos años.
Entrevistada en el programa Cuarto Oscuro, que se emite por La Cuerda (FM 104.5), esta vecina narró lo que hace años padecen los sancarleños.
Tras unos análisis realizados por los propios vecinos en un pozo de Aguas del Norte, se comprobó un alto contenido de boro. Hicieron los reclamos a la empresa. Esto sucedió hace más de dos años. Luego hicieron otros análisis que determinaron la presencia de arsénico en el agua.
“Los volúmenes de arsénico y boro que encontramos no están permitidos por la Organización Mundial de la Salud, ni por estándares internacionales o nacionales de agua apta para consumo”, explicó Mónica.
El Ente Regulador de los Servicios Públicos, en 2014, emitió una sentencia en la que requerían a Aguas del Norte que trabajara en la mejora del servicio. Básicamente que realizara tomas de agua en otros lugares. Les dieron dos años de plazo, pero la empresa no cumplió con lo requerido.
“Estamos en 2021 y todavía no se cumplió”, señaló la entrevistada al tiempo que mencionó las promesas por parte de legisladores e intendentes de San Carlos para mediar en el problema, incluso el gobierno provincial. “A la fecha seguimos con una alta exposición de los pobladores al arsénico y al boro”, se lamentó. Esto no es algo menor si se piensa que son factores determinantes a la hora de contraer, por ejemplo, un cáncer, entre otras enfermedades y males.
“Lo más grave es que la empresa, el gobierno de la provincia de Salta, Recursos Hídricos y el municipio de San Carlos saben cuál es la situación; pero nadie, en todos los años que se sabe esta situación, ha tomado cartas en el asunto para resolver el problema”, comentó Mónica.
La única respuesta por parte de Aguas del Norte ha sido dejar de cobrar el servicio. Eso sucedió en 2018 tras aceptar que el servicio de red que brindan lleva agua no apta para el consumo humano. Actualmente, para acceder a agua potable, las y los sancarleños deben concurrir hasta la plaza del pueblo a buscarla. Ahí está estacionado un camión que dispuso un vecino -ni siquiera en esto ayudó la empresa- de apellido López. El municipio sólo se hace cargo del combustible.
