Fue en un plenario realizado ayer en el Congreso y del que participaron varios deudores hipotecarios. David detalló los diagnósticos equivocados y los yerros políticos del gobierno al que demandó resolver el desaguisado que generó.
Fueron miles y miles los argentinos que con los créditos UVA se permitieron soñar con la casa propia, aunque en menos de dos años tales créditos pasaron a ser la pesadilla de los hipotecados. Explicar esa pesadilla es relativamente fácil: hace tres años la Casa Rosada lanzó los créditos para facilitar a la clase media el acceso a la vivienda propia. Para ello se dispuso que las cuotas se ajustaran de acuerdo a la inflación y una tasa nominal anual fija que dependía del banco, pero variaba entre el 3 y 7%.
El sueño consistía en que el plazo de 30 años para devolver el capital más una inflación controlada como prometía el gobierno, daba por resultado que las cuotas a pagar eran similares a las de un alquiler, pero cumpliendo el sueño de la casa propia. “Cuando discutimos originalmente el tema de los créditos UVA en 2016 encendíamos alarmas preocupados por la inflación. El Gobierno confiaba en bajar la inflación al 8 o 10% y en esas condiciones los créditos no debían tener problemas, pero eso no fue lo que pasó”, fue una de las cosas que destacó Javier David en el plenario de ayer al que concurrieron varios legisladores y los propios deudores.
Efectivamente, no solo la inflación no fue la prometida por el gobierno, también fue superior al incremento de los sueldos y a la vez la actualización del capital adeudado se ajusta por inflación generando un cóctel que resultó explosivo para los que tomaron el crédito. De allí que Javier David no tuviera reparos en destacar que “el Estado se tiene que hacer cargo, más allá del Gobierno que sea. Hoy el sacrificio lo hacen los deudores y no aparecen los otros actores: el Estado y el sistema financiero. Por eso es necesario volver a sentarse”, enfatizó.
En ese sentido lamentó que las soluciones que plantearon el año pasado – poner topes o indexar cuotas por el índice de variación salarial – ya era complicado en 2018, aunque ahora todo se complicó mucho más. Por ello mismo denunció como muy perjudicial que el oficialismo no abra el debate en comisión para así poder iniciar la discusión. “Ojalá este plenario sea el primer paso para iniciarla. Yo voy a insistir y seguiré manteniendo firme mi compromiso para que avance esta discusión”, declaró.