En la novena jornada del juicio, una vecina de la víctima aseguró ver al sospechoso en la torre de departamentos de la víctima. También declaró un testigo de identidad reservada a pedido de la defensa del imputado.
La jornada de ayer fue extensa y con numerosos incidentes en el juicio que se sigue por el homicidio de Cintia Vanesa Fernández, aunque iniciada la ronda de testimoniales se destacaron los testimonios de una vecina del edificio donde vivía la víctima.
Sus dichos comprometieron la situación del imputado, ya que relató que el día 26 de Abril se cruzó con él en el acceso del edificio y lo dejó acceder al palier porque sabía que frecuentaba el departamento de Cintia. Sostuvo además que fue la última vez que lo vio en el edificio, pero ratificó que escuchó el sonido de la moto de gran porte en la que circulaba los días 27 y 28 de abril.
“Luego fue el turno del esposo de la primera testigo, quien aportó que el día 1 de mayo de 2011, cuando regresaba a su casa luego de un festejo, sintió en el edificio un fuerte olor que identificaba como de sahumerio y que le llamó la atención” resaltó el portal de los Fiscales Penales de Salta.
En forma posterior declaró el criminalista a cargo del equipo que realizó la inspección ocular en el lugar y con la exhibición de imágenes, explicó los procedimientos realizados indicando que la escena no era la original cuando ellos llegaron. Señaló los indicios que marcaban que había sido alterada.
Cuando finalizó la recepción de testimonios citados para la fecha, el Tribunal admitió la declaración del “testigo de identidad reservada” que solicitó por la defensa de Condorí. El testigo es un expolicía que sostuvo que durante el segundo semestre de 2013 (estando aún en funciones) recibió el llamado de una “informante” para que concurra a su casa en Parque la Vega porque debía contarle algo.
Esta persona dice que su “informante” le habló de una persona que vivía en el barrio Parque La Vega, que padecía adicciones y que tenía antecedentes delictivos y que estaría vinculado al homicidio de Cintia Fernández. Este hombre le dijo “me mandé un moco” con la chica del fondo y que sería esto contemporáneo a la muerte de la joven. El testigo, a preguntas del fiscal y la querella, no aportó precisiones de fechas y otros detalles que hicieron que la Presidenta del Tribunal le recordara que se encontraba bajo juramento.
Ante las inconsistencias evidenciadas, la madre de la víctima solicitó declarar y en una breve exposición, Ana Fernández dijo que este testigo la había contactado oportunamente con insistencia y que una vez se reunió con ella bajo el pretexto de brindarle información sobre el hecho, pero que ante lo inverosímil de sus dichos, se retiró. Desmintió que a su hija le hayan sustraído una agenda con tarjetas de crédito como señaló el testigo.
Finalmente, se presentó la mujer señalada por el nuevo testigo como “la informante”, quien ratificó en términos generales la versión que brindó el expolicía, pero al ser indagada, entró en contradicciones respecto a fechas y aspectos puntuales de la versión.