Luego de la solicitada que denunció que residentes de la Capital votan en ese municipio, CUARTO revisó el padrón electoral y descubrió el “hacinamiento electoral” en el domicilio del jefe comunal.
Si nos lo hubieran contado, habríamos supuesto que Moreno participa de esos hábitos hippies en donde el manejo del tiempo es relajado y el uso de los espacios se colectivizan para rebelarse contra el confort y el individualismo de la era del consumo. La realidad, sin embargo, parece relacionarse con móviles menos contraculturales y más propios de mecanismos electorales que cierta clase política pergeña y que hace unos días se advirtiera en una solicitada rubricada por candidatos del lugar.
“Como es de público conocimiento (…) existen numerosos casos de personas que, por diversos motivos, viven en otras localidades y tienen domicilio en nuestro municipio”, comenzaba el escrito atravesado por una impotencia que se conformaba con pedir a los “no residentes” informarse de la realidad del pueblo antes de emitir el voto. La advertencia deslizó a CUARTO a revisar la situación a partir de un procedimiento sencillo: acceder al padrón electoral del lugar, identificar al jefe comunal para apuntar su domicilio y lanzarse a la tarea de ver cuantos empadronados residen allí. No se trata de ninguna aventura investigativa, aunque requiere de la paciencia que todo hippie que se precie debe poseer. El resultado fue asombroso: tras la revisión de las 108 páginas de dos columnas se encontraron que 15 mayores de edad habilitados para votar residen en el domicilio en el que aparece el intendente: Virgen del Valle 450.
Ellos son DIAZ, MARCOS EMANUEL; ESPINOSA, ANDRES OSVALDO; FIGUEROA, MARIA SOLEDAD; FIGUEROA, RAUL CESAR; GONZALEZ, ALEJANDRO MARTIN; LOPEZ, ROMINA VANESA; MORENO CARRON, ROCIO NOELIA; MORENO OVALLE, DANIEL ROBERTO; MORENO VALDEZ, AYLEN; MORENO VALDEZ, MICAELA; SANABRIA, VICTOR ADOLFO; VALDEZ, PABLO ALBERTO; VALDEZ, SILVIA SUSANA; VALDEZ DE GRANDIS, CAMILA; y VILLAR, MARIA DEL CARMEN.
Como puede verse, entre los habitantes se encuentran al menos 5 personas que por los apellidos son parte del núcleo familiar; aunque la filiación de los 10 restantes es difícil de precisar. Sí puede decirse que – según la información del padrón – abundan los residentes que son de la generación del propio jefe comunal quien nació en el año 1968 y compartiría su domicilio con otros seis que nacieron entre los años 1.967 y 1.969; una mujer nacida en 1.945; otra en 1.978, dos más cuyos natalicios se ubican en 1.986 y 1.988 respectivamente y cuatro “noventistas”.
CUARTO compartió el registro con residentes del lugar y solicitó ayuda para conocer el vínculo entre arrimados y el jefe comunal. Sólo logramos que se señalaran a los familiares directos de Moreno y a Alejandro González, alias “Pajarito”, a quien se apuntó como el hombre encargado de acondicionar el terreno en cada elección de la que participa el “jefe”. A pesar de la cercanía política evidente, todos negaron que “pajarito” viviera con su empleador y muchos aseguraron que reside en la Capital.
Los consultados estuvieron lejos de sorprenderse por el curioso dato. Aseguran que la práctica de empadronar a gente de afuera es común y por ello cada día de votación cruzan el puente de Vaqueros decenas de autos con votantes de “afuera”. “Algunos son jóvenes que se fueron a vivir a los barrios de la Capital, no hicieron cambio de domicilio y siempre están vinculados al pueblo. Pero muchos otros son anotados para que voten y en cada elección son arriados a nuestras escuelas para votar”, aseguran quienes nos desafiaron a ejecutar otro relevamiento.
“Acá dicen que en la Avenida San Martín – la ruta que atraviesa el pueblo hay casi 1.000 ciudadanos habilitados para votar. Pero en ese tramo hay menos de 100 casas y la mayoría son locales comerciales y no viviendas. Si tienen en cuenta que los votantes de Vaqueros son casi 9.000, resulta que más de un 10% tiene domicilio sobre la ruta principal donde viven muy pocos. Revisen y se darán cuenta”, nos desafían los vecinos del lugar.
