La Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) exige modificar la ley enviada por el Ejecutivo al Congreso. La iniciativa de Javier Milei propone fijar en 8% la alícuota para el vino que se exporte.
La Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) planteó a legisladores nacionales de las provincias vitivinícolas la necesidad de modificar la Ley Ómnibus enviada por el Poder Ejecutivo al Congreso, por el impacto negativo de la propuesta de aplicación de derechos de exportación al sector. El artículo 205 del llamado “Proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” propone fijar en 8% la alícuota de derecho de exportación “para todas las mercaderías correspondientes al complejo vitivinícola».
El objetivo de la reunión fue informar a los legisladores de las distintas fuerzas políticas sobre el impacto negativo que estos derechos de exportación tendrían sobre toda la oferta exportable de Argentina, y solicitarles que no acompañen este artículo y mantengan como hasta ahora a la vitivinicultura sin tener que pagarlos.
Del encuentro participaron, por parte de Coviar, su presidente Mario González; el vicepresidente José Alberto Zuccardi; el presidente de la Cámara de Productores Vitícolas de San Juan y miembro del Directorio José Molina; y el gerente general Carlos Fiochetta. “La aplicación de derechos de exportación al sector afectaría directamente a toda la cadena vitivinícola, principalmente al sector primario atentando contra la generación de empleos, la competitividad externa y la atracción de inversiones de una industria presente hoy en 18 provincias”, sostuvo González.
El derecho de exportación sobre el vino del 8% propuesto (que actualmente es de 0%) pasaría a representar 71,3% de lo que se cobra específicamente por litro de vino exportado, según el Observatorio Vitivinícola Argentino. «Implica una pérdida de competitividad y de mercados, caída en las ventas al exterior, especialmente pymes que dejarán de exportar y mayores excedentes de producción que se orientarán al mercado interno frente a la imposibilidad de poder venderlos en los mercados externos, generando una mayor oferta que presionará a la baja sobre los precios, afectando a los productores de uva y a las pymes», concluyeron desde la Coviar.