La suba promedio del combustible es del 6%. El incremento tendrá una menor incidencia en naftas – poco más del 5% – que en el gasoil donde el alza será de poco más de 7%.
La disparidad se debe a que el costo de importación y el precio en surtidor local como el volumen importado para completar la oferta local son mayores para el gasoil que para las naftas. El ajuste en la Ciudad de Buenos Aires será de +5,9% en naftas y +7,9% en gasoil, levemente más alto que el ajuste promedio, a fin de reducir las brechas de precios entre la ciudad de Buenos Aires y el interior del país, sobre todo con las provincias del Noroeste Argentina (NOA), que subirán 1 por ciento menos que en el territorio porteño.