Franco Hessling es docente universitario, becario del CONICET y periodista político. Hoy analizó la campaña electoral y las condiciones que la convierten en exasperantemente aburrida.
Fue en el programa CUARTO OSCURO que se emite por FM La Cuerda (104.5). Sin muchos rodeos se le consultó si notaba que la campaña proselitista de cara a las elecciones legislativas nacionales del próximo 14 de noviembre era una de las más chatas de las que se tenga memoria. “Sin lugar a dudas”, respondió Hessling. “De las que tengo memoria y me tocó cubrir sí, pero también de las conozco a través de las lecturas y los archivos. Uno sabe que las campañas en otros momentos históricos calaban de otra forma en la opinión pública. La verdad que la chatura de esta última campaña y particularmente de estas últimas semanas no la vi nunca”.
La vieja y fundamental pregunta se impuso: ¿por qué asistimos a esto? La explicación del docente y periodista fue la siguiente: “influye que las elecciones de medio término no suelan ser consideradas de mucha relevancia por la opinión pública, pero eso se combina con un desencanto generalizado con la clase política y con lo que se venía prometiendo hace unos años como es el ´cambio´, algo que representaba un discurso que tenía mucha pregnancia y que había generado ciertas expectativas con un gobierno nacional que era muy fuerte y causaba también vehemencia en quienes lo amaban y en quienes lo odiaban. La hipótesis de la grieta se había instalado y de una u otra manera nos hacía estar hablando de lo que ocurría. Eso ha dejado de pasar. Si bien la polarización puede seguir existiendo, en términos de opinión pública y humor social ya no es tan recurrido. Esa sumatoria de factores hace que esta campaña sea tan chata”, concluyó.
Puesto a opinar si esto que ha dejado de pasar podrá volver, el periodista dijo creer que sí. “Porque son cosas que van y vienen y porque no me gusta caer en el discurso de que todo tiempo pasado fue mejor. Tengo el optimismo de que la discusión volverá a darse. Aunque existan estos marcos mundiales de despolitización, lo cierto es que la política sigue siendo algo muy influyente en la vida de las personas. Entonces cuando aparecen hechos trascendentales o más palpables para la vida cotidiana, el debate vuelve a aparecer. En cualquier momento va a haber una ´125´, ´retenciones al campo´, una ´ley de medios´, ´matrimonio igualitario´ o alguna cuestión que nos vuelva a poner en esa ebullición de discutir, que en el asado del domingo en vez de hablar que Wanda lo dejó a Icardi hablaremos que el campo no somos todos mientras otros dirán que el campo sí somos todos porque históricamente hemos sido el granero del mundo. Tengo optimismo que se volverán a presentar esas discusiones”, reflexionó.
Consultado si puede el actual gobierno nacional imponer ese tipo de medidas y discusiones sociales en su actual momento de debilidad, Hessling opinó: “indudablemente éste gobierno [nacional] está debilitado y no tiene la fortaleza del kirchnerismo de aquellos años. Pero éste es un gobierno que por desidia perdió fortaleza. Al principio de la pandemia parecía que Alberto Fernández era el profesor del país. Todos de alguna u otra manera decíamos ´qué suerte que lo tenemos un Alberto y no a un Bolsonaro´, pero tal fortaleza la tiraron por la borda. El otro día leía un artículo que hablaba del ´extremo centro´ en el sentido de la política de querer conformar siempre a todo el mundo y en ese querer te volvés demasiado de centro, no te jugás por nada nadie y te terminas quedando solo. Tenés el tema de la Hidrovía, de Vicentín. Ejemplos de cómo el gobierno se quedó a mitad de camino en montón de cosas en la que parecía tener fuerza para avanzar. Al no hacerlo se fue debilitando incluso como gobierno”, concluyó.