La medida que alcanzaba a doce alimentos básicos llegó a su fin. La había dispuesto Macri cuando buscaba retener la presidencia. Para evitar fuertes subas, el gobierno de Alberto Fernández acordó ajustes moderados. La mayoría del 7 por ciento.
La quita del IVA para una docena de alimentos había sido implementada por el gobierno de Cambiemos para contener la suba de precios, luego de la estampida del dólar de 45 a 60 pesos tras las elecciones primarias. Desde ayer los alimentos volvieron a venderse con un IVA de entre 10,5 y 21%. Ante ello, el nuevo Gobierno nacional negoció con supermercados y firmas alimenticias para que absorban una porción del cambio impositivo.
Según los medios nacionales, tras una ríspida negociación de más de 8 horas el día 31 de diciembre se acordó que los precios por el fin del IVA cero sean de entre 5 y 10,5% por ciento. La mayoría de los alimentos que estaba comprendido en esta medida aumentará 7%: yogur, arroz, azúcar, pan lactal, polenta, conservas, harina, yerba, mate cocido, té y huevos. Los aceites subirán un 9% y el pan rallado y rebozadores, un 10,5%. Lo que menos subirá es el pan artesanal de panadería, que lo hará en un 5%. La leche mantendrá su valor tras un acuerdo entre el Gobierno y las lácteas.
Asociaciones de consumidores consultadas por PáginaI12 aseguraron que el programa no cumplió el objetivo de bajar los precios, pero pese a las deficiencias de la medida, la finalización iba a implicar subas de precios de hasta el 21%. Con el final de IVA cero, el Gobierno utilizará tres estrategias para proteger el bolsillo de los sectores más vulnerables: el relanzamiento de Precios Cuidados, reintegros de hasta 700 pesos en compras de jubilados que cobran la mínima y titulares de asignaciones sociales y la entrega de las tarjetas alimentarias.