Los alquileres se convirtieron en una pesadilla para millones de argentinos. La encuesta de Inquilinos Agrupados refleja una realidad dramática: endeudamiento, contratos precarios y precios desmedidos.
El panorama inquilino en la Argentina es sombrío según revela la Encuesta Nacional Inquilina. Desde la vigencia del decreto 70/2023, los inquilinos destinan en promedio un 41% de sus ingresos familiares al alquiler, un aumento significativo respecto al 31% que se destinaba cuando regía la Ley de Alquileres.
Los contratos de larga duración son cosa del pasado. El 41% de los nuevos acuerdos tienen una vigencia menor a un año, y en el 91,5% de los casos, los aumentos se actualizan cada seis meses o menos, con ajustes trimestrales. Esta situación ha llevado a un endeudamiento masivo de los inquilinos para poder costear su vivienda.
La Federación de Inquilinos Nacional y Ni Una Menos realizaron la encuesta en marzo de 2024 a 4.000 personas que alquilan en todo el país. El objetivo era conocer la realidad económica y habitacional de los inquilinos tras la derogación de la Ley de Alquileres por el Decreto 70/2023.
En medio de una profunda recesión económica, los precios de alquiler han alcanzado niveles insostenibles. En la Ciudad de Buenos Aires, un departamento familiar de tres ambientes pasó de costar $245.467 a $344.291 desde la vigencia del decreto. En la provincia de Buenos Aires, el incremento fue de $156.637 a $254.270, mientras que en Santa Fe ascendió de $140.461 a $191.742.
La deuda es una constante para la mayoría de los hogares inquilinos. El 60,1% de los encuestados tiene deudas de diversa índole, principalmente con bancos emisores de tarjetas de crédito (42,2%). Los motivos principales son el pago de alimentos y las propias tarjetas de crédito. Más del 60% de quienes alquilan tuvo que pedir préstamos para cubrir el alquiler, los gastos de alimentación, urgencias médicas u otros gastos.
El endeudamiento afecta de manera desproporcionada a mujeres y personas LGBT+, quienes se endeudan más para cubrir gastos de alimentos (31,5% vs. 20,1% de varones) y urgencias médicas (4,4% vs. 2,4%). En contraste, los varones se endeudan más para pagar el alquiler (18,5% vs. 15,2%) y tarjetas de crédito (34,3% vs. 30,2%).