El intendente de la ciudad de Salta no apoya el proyecto de ley.
El intendente de la ciudad de Salta, Gustavo Sáenz, es una persona que siempre tiene a la fe de su lado. La religión es poderosa en Sáenz, como la Fuerza en los jedis. Lo domina al punto de poner reparos a la hora de decidir hasta la mínima nimiedad vecinal. «A mí me encantaría que haya corsos todo el año, pero estamos en Cuaresma y la verdad que hay que respetar estas cosas,” dijo hace dos años, cuando las comparsas querían extenderse más allá de lo estipulado en el calendario.
Entonces, es lógico que el intendente esté en contra de la legalización del aborto, un proyecto que provocó que la Iglesia sacara a la calle al Señor del Milagro, su arma principal para las catástrofes nivel 10.
“No estoy de acuerdo con el aborto, sino que estoy a favor de las vidas, pero hay que analizar las cuestiones particulares donde cada uno puede pensar lo que quiera”, dijo Sáenz.
Según informó FM Atlántida, para el intendente “el del aborto es un tema muy delicado». «No estoy de acuerdo con los fundamentalismo, sino que creo que se debe debatir desde el respeto”, explicó.
“Si fuera senador nacional votaría en contra, pero escucharía mucho para aprender sobre el tema porque es algo que existe, ya que me tocó acompañar a una niña de 14 años que tuvo mellizos en el hospital Materno Infantil”, agregó.