Su nombre y los detalles de su caso aparecieron en un informe que indica que al menos 5 mil mujeres están perdidas en el país. Las desaparecidas son adultas, adolescentes y niñas que un día salieron de sus casas y nunca más regresaron.
El diario La Nación publicó este miércoles un informe en el que revela que según funcionarios, especialistas y referentes de la sociedad civil que investigan el tema, en la Argentina hay unas diez mil personas perdidas o desaparecidas. De ese total, poco más del 50 por ciento son mujeres: unas cinco mil.
El matutino agregó que hay falta de precisión en las estadísticas, lo que hace sospechar que las búsquedas están plagadas de fallas. «El sistema de búsqueda de personas es ineficiente tanto para hombres como para mujeres. Pero si la persona que falta es una mujer o integra el colectivo LGBTIQ+ la incapacidad agrava un problema muy latente: la demora en evaluar la posibilidad del secuestro para explotación sexual o el femicidio. Además, a la mayoría de las investigaciones les falta perspectiva de género y les sobran prejuicios», resalta el texto.
El artículo muestra algunos casos ocurridos en nuestra provincia, como el de María Cash de enorme repercusión nacional desde hace más de una década, pero también de la niña wichí Norma Márquez, que lleva ocho meses desaparecida. En la reseña publicada por el medio nacional puede leerse lo siguiente.
“Cuando desapareció, el 24 de junio de 2022, tenía 14 años. Es parte de la comunidad wichi de Misión Chaqueña, pueblo salteño de 1400 habitantes. Un vecino dijo haberla visto con un hombre mucho mayor que ella.
Los días que su mamá tenía plata para comprar harina y había suficiente leña como para cocinar, Norma se levantaba más temprano que de costumbre. Se sentaba al lado de su mamá y amasaban en silencio el pan que salían a vender casa por casa en Misión Chaqueña, un pueblo de 1400 habitantes, la mayoría de ellos de la comunidad wichi, como ellas dos.
Esa postal mañanera ya no existe: Norma desapareció el 24 de junio de 2022. ´Se fue unos días a la casa de un familiar y no volvimos a verla. Ella solía ausentarse pero esta vez no volvimos a verla nunca más´, reconstruye su tío, Mariano Centeno, artesano y referente wichi de la comunidad, ubicada a 300 kilómetros de Salta capital.
Mariano vive a 300 metros de la casa de su hermana, que está separada y sostiene un hogar con siete hijos. ´La situación que viven es crítica. A veces mi hermana no cena para que sus hijos puedan comer algo´, dice y cuenta que la casa en la que viven es de barro y está muy deteriorada. ´Norma iba a la escuela. Pero empezó a tener consumos problemáticos, como muchos adolescentes de la zona que no encuentran un buen sostén familiar y no tienen un horizonte´, describe.
Fue el propio Mariano el que recorrió, casa por casa, el pueblo, el que visitó otros parajes, el que siguió la investigación policial y el que se reunió con la fiscal del caso. Así se enteró del dato que aportó un vecino: que la habían visto con un hombre mucho mayor que ella. ´Lo investigaron pero no encontraron nada. Si está con alguien, está contra su voluntad´, afirma y recuerda que el sueño de Norma era ´tener un empleo estable, de enfermera, por ejemplo´”.