Lo indica un estudio de El Centro de Economía Política Argentina que analizó cómo el incremento de los precios de medicamentos y los servicios, afecta el acceso a alimentos básicos. «Los derechos humanos de los mayores son incumplidos” advirtió CEPA.
El declive de la situación económica y el aumento de la inflación en los últimos tres años explica la dramática situación de los adultos mayores argentinos. Esa es la conclusión a la que llega el análisis del impacto inflacionario en los medicamentos esenciales, servicios y productos de consumo básico utilizados por las personas mayores de 60 años desde 2015 y que según las proyecciones 2019 del INDEC, incluye a 6983377 de personas, siendo 43% varones y 57% mujeres
El informe del CEPA detalla que el incremento de precios de los medicamentos desde 2015 fue de 244,33%, y «algunos medicamentos esenciales se incrementaron más del 540%», lo que afecta a los mayores de 60 años que «ven disminuir el poder adquisitivo de sus jubilaciones”. Este impacto inflacionario “afecta notablemente su capacidad de compra de bienes de consumo básicos»: para una persona mayor, el precio de la canasta básica de alimentos y servicios ronda los $26043.
“A estos aumentos, el CEPA suma el impacto negativo de los aumentos tarifarios de gas, luz y agua que perjudican a las personas mayores en particular y a su vez a las organizaciones que las nuclean, como los centros de jubilados y las federaciones. Según la Confederación General de jubilados, retirados, pensionados y adultos mayores del país, ya suman más de 1000 centros de jubilados que tuvieron que cerrar sus puertas por no poder costear este impuesto”, indica el informe al que accedió el portal Perfil.
Analizando todas esas cifras desde el CEPA advirtieron que «los derechos humanos de los mayores son incumplidos de manera permanente y cada vez con mayor gravedad, dificultando cada día que pasa la satisfacción de las necesidades básicas y primarias, poniendo de manifiesto el incumplimiento de las obligaciones del Estado en este sentido».