Un tribunal federal condenó al ex director de Seguridad de la Policía de Salta y a un ex agente de Inteligencia por delitos cometidos durante la última dictadura militar.
Un tribunal federal emitió un fallo histórico al condenar a Joaquín Guil, ex director de Seguridad de la Policía de Salta, a 10 años de prisión por su participación en graves violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura militar. Asimismo, Carlos Feliciano Estrada, ex agente del área de Inteligencia, recibió una condena de 5 años de cárcel por su rol en los mismos delitos.
El Tribunal Oral Federal N°1, integrado por los jueces Federico Santiago Díaz, Mario Marcelo Juárez Almaraz (presidente) y Marta Liliana Snopek, determinó que Guil fue coautor mediato de los delitos de allanamiento ilegal, privación ilegítima de la libertad, agravada por el uso de violencia y amenaza, e imposición de tormentos agravados por resultar la víctima un perseguido político. Por su parte, Estrada fue considerado coautor material de los mismos cargos.
Las atroces acciones fueron cometidas en perjuicio de Tomás Ricardo Cuadri, exsecretario del ministro de Gobierno Enrique Pfister Frías durante el mandato del asesinado gobernador Miguel Ragone. El tribunal calificó estos actos como crímenes de lesa humanidad, un reconocimiento sustancial de la gravedad de los hechos.
Antes de la lectura del fallo, el fiscal general Carlos Martín Amad, quien dirigió la acusación junto al fiscal ad hoc Juan Manuel Sivila, defendió la integridad de los familiares de la víctima, cuyas declaraciones fueron cuestionadas de manera inapropiada por la defensa de los acusados durante el juicio.
En gran medida, el veredicto coincidió con la posición de la fiscalía, que señaló a Guil como coautor mediato y a Estrada como coautor material de los delitos juzgados. La acusación acreditó que Cuadri fue detenido ilegalmente en tres ocasiones, siempre en su domicilio, y sometido a torturas con el objetivo de obtener información sobre el paradero de Pfister Frías.