Tienen entre 0 y 17 años y una mayor presencia en el Gran Buenos Aires y otras áreas metropolitanas del interior como Rosario, Córdoba y Tucumán. No tienen donde vivir, no van a la escuela y ni siquiera poseen DNI.
“Más de 300.000 niños y niñas de todo el país están fuera del sistema, en la indigencia y privados de todo”, afirma Ianina Tuñón, investigadora responsable del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA), de la UCA. Según sus cálculos, un 2,4% de la población infantil se encuentra en una marginalidad extrema. “Son las infancias que no solamente viven en el umbral inferior de la indigencia, sino que no tienen un espacio de vida, de hábitat propio, que muchas veces están en la calle, no tienen inserción escolar ni periodicidad en la atención de su salud”, detalló Tuñón al diario LA NACIÓN.
Tuñón explica que no es una problemática nueva, pero sí una “sistemáticamente creciente a lo largo del tiempo” y que se vio agravada por la pandemia. “Obviamente –agrega–, sufren muchos problemas para poder alimentarse, pero estar fuera del sistema significa además que no conocen lo que es un otro diferente al adulto que tienen al lado, es decir, se ven privados de procesos de socialización más ricos, porque muchas veces ni siquiera están escolarizados”. A su vez, esos adultos también tienen muchos problemas de malestar psicológico, estrés, consumos problemáticos, incapacidad de afrontamiento o construcción de un proyecto. “Son como niños a la deriva”, resumió.
Respecto a las políticas que buscan hacer frente a este cuadro, Tuñón considera que “pese a que los gobiernos han tomado medidas como reforzar la transferencia de ingresos, con la Tarjeta Alimentar, el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y la ya existente Asignación Universal por Hijo, eso no alcanza para erradicar ni bajar las cifras”. En todo caso, aclara, “sí, permitió que la indigencia no escale a un 40% y la pobreza, a más del 70”. Además, hay que tener en cuenta que muchas de estas personas, por no tener DNI de ellas mismas o de los niños, no pueden acceder a este tipo de beneficios.
Hasta el año pasado, los cálculos de Unicef eran que cerca de 1.200.000 menores, por ejemplo, no accedían a la AUH. Y si bien en 2020 se firmó un decreto para incorporar a 700.000 chicos y chicas, todavía hay miles que no perciben la Asignación. “El Estado tiene que salir a buscar activamente a estas niñas y niños, y, por ejemplo, si hay una problemática asociada a la falta de documentos, garantizar el acceso”, sostienen los expertos.