Una ex monja aseguró que María Livia y su marido instalaron un régimen de terror en el Convento San Bernardo. Franco Hessling explicó cómo la devoción devino en insumo de un negocio millonario que buscó emular al Paseo de Lourdes en Francia.
La carta fue difundida hoy por medios nacionales y locales. En la misma se pueden leer detalles muy duros contra María Livia y su marido de parte de esta monja que estuvo en el convento entre julio de 1991 y diciembre de 2022. En ese marco, el programa radial de este medio (Cuarto Oscuro que se emite por FM La Plaza 94.9) dialogó con el periodista e investigador Franco Hessling, autor del libro “La Virgen del Cerro de Salta – Refundar el mito” que se publicó en 2019 a través de la Editorial Dunken.
Consultado sobre algunas pautas de conductas que la carta deja traslucir hacia el interior del Convento de la mano de la propia María Livia, Hessling destacó en primer lugar la fuerza del “hermetismo”. “Es una de las primeras señales de María Livia y de su marido Carlos Obeid que también está interpelado en esta carta” declaró el periodista al que le resultó imposible lograr una entrevista con la mujer durante su trabajo de investigación. Con quienes sí pudo conversar fue con los llamados “servidores” del culto a la Virgen del Cerro. Son los encargados de hacer respetar las normas que la propia María Livia redactó para quienes participan de las ceremonias. “Pude hablar con distintos servidores que habían ocupado jerarquías dentro de la estructura. Ellos me contaban el camino que tenían que hacer para empezar a ocuparlas. Era un camino que se perfilaba súper vertical y totalmente orquestado por los arbitrios de Carlos Obeid y María Livia” sentenció.
Hessling también caracterizó la relación de ese matrimonio en la administración del culto no reconocido por la iglesia católica. “María Livia es la de posiciones esotéricas. La argumentación en la que hace descansar sus manejos tiene que ver con que se postula como intercesora de la Virgen en Salta. Carlos Obeid es el de las posiciones más aferradas a la racionalidad del cálculo. Es contador, empresario y se ha dedicado al mundo comercial. No lo digo en tono de demonización. Lo estoy caracterizando. Es algo que ya se sabía y no sorprende”, aclaró.
Consultado sobre el testimonio de la ex monja que da cuenta de las órdenes de María Livia para elegir a una superiora por orden de la mismísima virgen, el académico opinó que desde “una mirada más secularizada suena hasta delirante, pero es la manera en la que ella ha construido su Poder. Pero tampoco hay que olvidarse de las mujeres de dirigentes políticos o políticos que estuvieron en la Virgen del Cerro. Eso más políticas de gobiernos o caminos que se construyeron para el Paseo también genera un halo de legitimación sobre este supuesto relato de intersección con la Virgen”, resaltó.
Desafiado a sintetizar el tipo de negocio montado alrededor de un culto que mueve a cientos de miles de fieles, el estudioso resumió el asunto así: “María Livia y su esposo Carlos Obeid] siempre han tenido un modelo de referencia: el Paseo de Lourdes, en Europa. Es uno de los primeros paseos religiosos aceptado por el culto católico. Ese ha sido el objetivo. [Acá] empezó como un culto pagano aunque a ellos les pese. Sus alianzas y vínculos empezaron porque la intención de Obeid y María Livia Galeano era justamente un culto oficial aceptado”, enfatizó Hessling, y remarco también que el “modelo de máxima involucraba el lucro”. “Ahí la discusión no era si era legal o ilegal o si era legítimo o ilegítimo. Era que había intenciones de lucro que ellos siempre trataron de negarlas”. Para ejemplificarlo, el periodista recordó que la génesis de ese proyecto, existían contactos con agencias de turismos localizadas en Buenos Aires.
“Ahí lo que se ve es una relación entre las personas que debían refundar un ‘mito’. Relatan sobre cómo se inicia esto y hablan de una donación de tierra. Lo que se termina demostrando ahí es que las mismas familias que donaron las tierras, los Lacroze Garat, son familias que hoy en día, o hasta hace por lo menos cuatro años, tenían empresas en Buenos Aires que organizaban los tours religiosos a la Virgen del Cerro. Entonces, al final la ‘donación’ no había sido desinteresada. Había un proyecto de turismo religioso”, concluyó.
Consultado si lo choques entre las monjas y María Livia con el arzobispado salteño evidencian una verdadera lucha de poder dentro del culto católico, Hessling respondió: “estoy convencido que son muy poderosas las personas que rodean a este proyecto de turismo religioso. Estoy convencido que las personas que están pujando por sostener, defender y potenciar ese emprendimiento también son personas que tienen poder. No se trata solamente del matrimonio como Galeano – Obeid”. Para darle fuerza a la generalización, el entrevistado relató que existe una carta de 200 «servidores» presentada al arzobispado y a la que ellos quisieron acceder presentado notas.
“Cómo será el poder de esta gente que, aunque está tensionándose con el propio arzobispado, éste los protege”, declaró en relación al escrito que era de apoyo a María Livia en el momento en que se le exigía un informe psicológico. “Nunca pudimos saber quiénes eran esos servidores. Probablemente leyendo los apellidos de esos ‘servidores’ nos encontremos con familias de mucho poder. Cuando yo estaba hablando recién de las familias que donaron [las tierras] hablaba de los Lacroze Garat que son familias de alcurnia. Estamos hablando de gente que forma parte de la prosapia rioplatense argentina”, sentenció.
Escucha la entrevista completa: